Los beneficios para la salud del descanso después de comer han sido enumerados por los científicos en multitud de ocasiones. La siesta es una costumbre mediterránea de la que algunos hacen uso, tanto por ser considerada saludable como necesaria para incrementar el rendimiento. Sin embargo, un equipo de científicos han llegado justo a la conclusión contraria y alarmante: aumenta el riesgo de muerte prematura.
Científicos de la Clínica Mayo (Minnesota, Estados Unidos) han descubierto que pueden aumentar la presión arterial, según informa el medio ‘The Telegraph’.
Estos investigadores han agrupado los datos de nueve estudios en los que participaron 112.267 personas y han llegado a la conclusión de que 19 % más probabilidades de tener la presión arterial anormal las personas que duermen durante un periodo corto durante el día tienen entre un 13 % y aumente alta.
Sin embargo, el estudio ha revelado que esos efectos secundarios no se observan en quienes realizan jornadas nocturnas y duermen cortos periodos de noche.
También se recomienda que las siestas no sobrepasen la media hora, ya que también podría traer consecuencias nefastas.
Esto fue descubierto por la investigación, liderada por el doctor Tomohide Yamada, de la Universidad de Tokio, en Japón, y presentada en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD, por sus siglas en inglés). El estudio muestra que la somnolencia diurna y tener largas siestas durante el día están asociadas con un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
Se encontró que la somnolencia diurna excesiva aumentar el riesgo de diabetes en un 56 por ciento, mientras que una siesta más larga durante el día de 60 minutos o más elevó el riesgo en un 46 por ciento. En contraste, una siesta más corta (60 minutos o menos al día) no aumentó el riesgo de diabetes, sin efecto de la siesta hasta los 40 minutos al día, umbral que una vez traspasado comenzó a elevar el riesgo considerablemente.
Los autores afirman: «La somnolencia diurna excesiva y echar siestas muy largas se relacionaron con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, mientras una breve siesta de no eleva este riesgo». Y añaden: «La siesta durante el día podría ser una consecuencia de la alteración del sueño nocturno como la apnea obstructiva del sueño [AOS, por sus siglas en inglés]