La iglesia católica está llena de episodios oscuros en donde los pontífices han desatado su maldad y bajos instintos. Esto hace cuestionable el cumplimiento de los mandamientos en quienes juraron servir a la religión cristiana.
Muchos son los Papas que con sus acciones han evidenciado lo reprobable de su actuar, acá te dejamos los 10 cuyo comportamiento ha sido tan aberrante que merecen ser considerados como los mas infames.
Sixto III (432 a 440)
Fue el Papa número 44° de la iglesia católica y se volcó a la religión gracias a sus contactos con los anteriores Papas: Zosimo y Bonifacio I. Fue acusado por el sacerdote Bassur de violar a una religiosa y de cometer incesto. Logro salir impune de sus delitos y encerró al desafortunado sacerdote, para luego envenenarlo en su celda. Hizo trasportar al hombre agonizando a Roma para luego decir que en su lecho de muerte había confesado que sus acusaciones hacia el Papa eran falsas.
Juan XI (931 a 935)
Fue un papa avaro, sin fe. Se cree que fue hijo del papa Sergio III, según el historiador Liutprando de Cremona. Se sabe que cometía incesto con su propia madre. El periodo en el que dirigió la iglesia estuvo cargado de intrigas sexuales y prostitutas que tenían contacto directo con los sacerdotes. Fue asesinado por un furioso marido, al encontrarlo en la cama con su esposa.
Inocencio III (1198 a 1216)
Inocencio III fue quien llevó a cabo la cruzada albigense o la matanza de los cátaros, movimiento religioso catalogado como herejía por la Iglesia católica. Sólo en la ciudad de Béziers se cree que murieron asesinados 20 mil cátaros a manos de las tropas papales. Suyas son infames palabras como: “Despojad a los herejes de sus tierras. La fe ha desaparecido, la paz ha muerto, la peste herética y la cólera guerrera han cobrado nuevo aliento”.
Gregorio IX (1227 a 1241)
Cruel y septuagenario Papa cuya promulgación de la bula Excommunicamus autoriza la creación de la Santa Inquisición. Esta institución hizo acusaciones sobre herejía que llevarían a miles de seres humanos a sufrir tortura y morir en la hoguera. Cientos de sacerdotes dieron rienda suelta a su sadismo por más de seis siglos gracias a esto. Se estima que, sólo durante la inquisición española, más de 32 mil personas fueron víctimas de las cruentas medidas, sin contar los que murieron en prisión.
Clemente V (1305 a 1314)
Junto al monarca francés Felipe IV ideó la matanza contra la orden del Temple, a fin de quedarse con sus tesoros y tierras. Clemente V fue además un gran mentiroso, ya que redactó una lista de acusaciones ficticias contra los templarios como fundamento para desatar una persecución sobre ellos. Las imputaciones incluían acusaciones tan absurdas como que los templarios adoraban a los gatos o se besaban en el ano. El mismo Dante Alighieri le reserva a este Papa un lugar en el infierno en su Divina Comedia.
Clemente VI (1342 a 1352)
Cuando el papado estaba situado en Avignon (Francia), tenía su cámara de suplicios particular bajo palacio para disfrutar los gritos de las personas torturadas que se colaban hasta el trono papal. Amante del lujo y los excesos, también fue un libertino al que le gustaba tener varias amantes, permitiendo este tipo de goce carnal a sus súbditos y seguidores.
Inocencio VIII (1484 a 1492)
Preocupado por la brujería, promulga en 1484, la bula “Summis desiderantes affectibus” en la que reconoce su existencia. Envía a Alemania a los inquisidores Heinrich Kramer y James Sprenger (“el apóstol del rosario”) donde realizará la que es considerada como la primera “caza de brujas” de la historia y donde perfeccionaron sus métodos de tortura.
Alejandro VI (1492 a 1503)
Rodrigo Borgia fue un regordete Papa amante de los placeres de la carne. Asesino desde los 12 años, amante de las intrigas desde adolescente, ya de adulto compró el voto de varios cardenales para erigirse como Sumo Pontífice. En el máximo poder eclesiástico mandó a perseguir a enemigos reales e imaginarios. Tuvo más de 10 hijos reconocidos, solía participar de orgías organizadas por su propio hijo César, activamente o como un voyeur. Coleccionista de amantes adolescentes o acaudaladas viudas, también solía llevar prostitutas a los salones papales. Además manejó la vida marital de su hija Lucrecia, con quien se cree cometió incesto. Murió, por error, envenenado con arsénico por su hijo César.
León X (1513 a 1521)
León X fue un hedonista, amante del dinero y el lujo. La máxima que representa mejor a este pontífice es “todo tiene su precio”. Creador de las indulgencias o Taxa Camarae, un tarifario católico para avalar la corrupción tanto de los creyentes como de los sacerdotes. Una indulgencia era el perdón de una culpa o pecado a cambio de una suma de dinero para la Iglesia, una “entrada al cielo”, cuyo valor incrementó las arcas del papado.
Paulo IV (1555 a 1559)
Uno de los papas más crueles y sedientos de sangre de toda la historia de la humanidad. Sádico desde joven, fue un inquisidor que aprendió a sentir placer por la tortura. Odiaba todo lo que, según él, era “impuro”. Fue así que mandó a quemar a cientos de herejes, homosexuales y judíos. En su bula Cun nimis absurdum pregona que los judíos son esclavos por naturaleza, por lo que los mandó a encerrar en un ghetto. También mandó a quemar miles de libros que “podían nublar el poder de la Iglesia”.
Via: Cultura colectiva