Andrea Goppner, de 45 años, es la monstruosa madre, si es que se le puede llamar así, fue hallada culpable por haber matado a cuatro de sus hijos durante un período de diez años.
Entre 2003 y 2013 la asesina en serie dio a luz a ocho bebés y sofocó a cada uno de ellos utilizando un paño de cocina tan pronto como estuvieron fuera de la matriz.
Esta madre del mal, tras asesinar a los recién nacidos, dejaba los cadáveres de los bebés en su garaje para que se descompusieran.
Se descubrieron otros cuatro cadáveres, pero los detectives alemanes encontraron los cuerpos ya putrefactos y en tan malas condiciones no estaba claro la causa y los tiempos de la muerte.
Esto significó que sólo se pudo probar cuatro asesinatos.
Los occisos de los pequeños fueron encontrados en la misma casa de la mujer, ubicada en un pueblo de Baviera, después de que un vecino avisara a las autoridades.
En una declaración leída por su abogado, Goppner admitió haber matado a los bebés, pero dijo que no podía recordar exactamente a cuántos.
Su ex marido Johann Goppner, de 55 años, fue absuelto de los cargos de no detener la matanza.
La corte en Coburg oyó cómo la pareja nunca utilizó medios de anticoncepción, y que Andrea Goppner estaba constantemente embarazada.
El juez que preside el caso, Christoph Gilot, defendió la sentencia de 14 años que le dictó a esta asesina.
Este crimen es uno de los peores casos de infanticidio jamás registrado en ese país y ha sacudido a Alemania.