Estás cansado, harto, ya no sabes qué hacer con esa persona que significaba tanto para ti. Aún la quieres, hay cosas que te gustan y otras que recuerdas lo feliz que te hacían. Esa sonrisa tan única que iluminaba tu rostro aunque estuvieras triste. Ese lunar en el cuello, un pequeño lunar que te gustaba besar. Las manos que sabían cómo recorrer tu cuerpo y erizarlo. Las pestañas largas que iluminaban esos ojos seductores que no podías rechazar. Lo recuerdas pero ya no es tan especial y todo lo demás resulta más molesto. Ahora te estorba el cabello largo que te pica cuando la besas. El diente chueco que se esconde tras los labios que te gustaba besar. La sonrisa burlona y los ojos torcidos que te hacen enojar. El sonido de su risa tan fuerte que te aturde, el ruido que hace al respirar cuando duerme. Su cuerpo tan pegado al tuyo por las noches que te atrapa y no te deja mover…
Si estás en el punto en el que lo que lo que tanto te gustaba ahora te molesta y estar al lado de esa persona se ha convertido en un sufrimiento, tal vez sea momento de reconsiderar si vale la pena estar con ella. Hay muchas razones para decirle a alguien que ya no quieres estar a su lado, que estás cansado, harto, aburrido o que te tiene hasta la tusa y quieres mandarla a la mierda.
Te decimos cómo puedes hacerlo, claro que cada caso es uno es único. Te damos algunas posibles razones por las que podrías mandar a alguien a la mierda y cómo hacerlo.
Despertaste del estado letárgico y somnoliento en el que habías caído
Seguro que muchos hemos estado en ese estado de enamoramiento que nos hace caminar sobre algodón de azúcar y comportarnos como en estado de ebriedad. Todo lo vemos color de rosa y lo que no tanto, esperamos que el tiempo podrá cambiarlo. Gran error. Si te diste cuenta que la persona con la que estabas no era tan buena y por fin tienen sentido las palabras de tus amigos que te preguntaban qué hacías con esa persona y te decían que la dejarás, has despertado de ese estado somnoliento.
Puedes decirle que no serás más su pendejo/pendeja y que fue suficiente. Que tú vales más la pena que sus caprichos y la clásica, pero muchas veces cierta: mereces a alguien mejor; alguien que no te se aproveche y que lo puedes conseguir y que tiene hasta la madre esa sonrisa sarcástica que resalta su diente chueco.
Fue bueno por un tiempo pero tomaron caminos diferentes
Muy común sobre todo en la adolescencia o cuando nos enfrentamos al mundo laboral. Salir de la universidad y comenzar a trabajar nos hace darnos cuenta de muchas cosas que en verdad nos gustan, así como las metas que deseamos alcanzar. Si ves que tu pareja va en la dirección opuesta y ninguno quiere sacrificar sus sueños por los de alguien más, es momento de despedirse y seguir adelante. Mandar a alguien a la mierda en este caso no debería ser tan dramático como en el primero, es más una decisión dolorosa pero necesaria.
Puedes decirle que ya no tienen nada en común, que no vale la pena seguir porque quieres recorrer un camino que va en otra dirección. Que necesitas una mano que te acompañe, pero que lamentablemente no es la suya.
Despedida dolorosa, sí. Pero es más una manera de mandar a la “mierdita”.
Estás cansado, aburrido y “hasta la madre” de lo mismo
Muy común en las relaciones y casi siempre presente después de la etapa del enamoramiento. Un momento decisivo porque te das cuenta realmente si amas a la persona o sólo creías que lo hacías. Aunque también ocurre en esas relaciones de años, en las que las parejas se vuelven un sólo ente aburrido. Siempre lo mismo: ir a comer, casi siempre tacos o hamburguesas, con suerte irás a un restaurante que les quede a más de 30 km de distancia; luego ir al cine, y olvídate de la cineteca; en tardes más grises, ver una película en casa abrazados y de vez en cuando una fiesta, pero antes seguro habrán comido tacos. Si esto te pasa y no importa cuántas veces le digas que quieres hacer algo diferente y todo sigue igual deberías considerar decirle a esa persona adiós o terminarás por ahogarte.
Puedes decirle que estás cansado y harto de lo mismo. Que tienes ojos que ya se aburrieron de las mismas películas y un paladar que está hasta la madre de comer lo mismo. Que para estar encerrada viendo películas no necesitas a alguien más y que quieres salir y ver el mundo.
La distancia los separa y no quieres una relación de cuatro
Si tu pareja vive en otro lado o debe mudarse por la razón que sea o tú te vas, la distancia puede ser muy complicada. Dicen que el amor todo lo puede y que ni la distancia termina con él, si quieres creerlo adelante, pero también dicen que amor de lejos (amor de pendejos), felices los cuatro. Duele decir adiós, pero a veces es necesario.
Puedes decirle que no quieres compartir su corazón con nadie más y que no tiene caso estar con alguien si no podrán pasar tiempo juntos. Que es mejor que cada quien siga con su vida para disfrutar el lugar en donde estén y para que no crezcan las dudas. Si quieres ser más romántico puedes decir que tal vez después tengan otra oportunidad. Si no quieres dejar opciones abierta, dile que fue bueno mientras duró.
Conociste a alguien más
A veces sucede. Simplemente porque estabas aburrido, porque no salías, porque habías caído en la monotonía, o porque sentiste algo especial con alguien más. El punto es que conociste a alguien más que te divierte y que te emociona ver. Las mariposas regresaron al estómago y la emoción de ver a esa persona es mayor que la de tu pareja, a quien a veces sufres ver. Si esto te pasa deberías hacer algo al respecto.
Puedes decirle que ya no hay una conexión entre los dos, que ya no es tan divertido como antes o simplemente que hay alguien más que te gusta. Si la relación ya estaba funada, será más fácil. Hay quienes aplican el famoso gosting, en el que ignoran a la persona y desaparecen, otros dicen a todo “no puedo”; no puedo ir, no puedo salir, no puedo verte… y otros dicen que encontraron alguien que les hace sentir que valen la pena.
Te engañó y tú no eres ni debes ser de los que comparten
Para muchos la peor de todas. Hay quienes perdonan y siguen, pero siendo honestos nunca vuelve a ser igual. Por muchos esfuerzos que se hagan, hay algo que se rompe cuando te enteras que te puso el cuerno. De un segundo a otro la confianza muere y las dudas crecen. El sentimiento es terrible. Si te engañaron, en este caso no hay necesidad de ser delicado para mandarlo a la mierda.
Puedes decirle que no eres idiota y que se vaya a la mierda, tal cual. Puedes ignorarlo y esperar el momento ideal para hacerle saber que sabes que te engañó y que no piensas seguir, o hacerle creer que no sabes nada para que luego te vea con otro. Esto lo amarán las personas vengativas, dicen que no ayuda en nada pero hay otros que afirman que la satisfacción no tiene comparación. Este es el punto ideal para simplemente decirle: vete a la mierda.