El marketing ha evolucionado a un ritmo imparable en los últimos años, al igual que ha cambiado enormemente. Lo que era útil y efectivo hace diez años no lo es ahora, porque el mundo cambia y, con él, tanto las necesidades como las prioridades de las personas. Por eso las marcas han tenido que adaptarse constantemente ya no solo a un entorno digital frenético y masivo, sino también a un mundo en el que los consumidores están más informados, son más exigentes y tienen más opciones y facilidades que nunca.
Las marcas ya no solo venden productos, venden historias, experiencias, sensación de comunidad. No es suficiente con tener un buen precio o una calidad sobresaliente. Quienes realmente llegan a lo más alto son quienes comprenden a fondo cómo se sienten y qué necesitan sus consumidores, su público objetivo. Aquí vamos a explorar esta nueva etapa del marketing moderno y cómo las marcas logran llegar a más personas en este contexto más grande y competitivo que nunca.
El poder de la personalización
Uno de los grandes avances del marketing moderno es la capacidad de personalizar el mensaje y la experiencia para cada cliente. Gracias a tecnologías como el big data y la inteligencia artificial, las marcas pueden recolectar información sobre las preferencias y comportamientos de los consumidores, permitiendo crear campañas de marketing diseñadas hechas casi a medida de cada persona.
Esto es algo para lo que usan herramientas como Mailrelay, que ofrece la mayor cuenta gratuita de mailing masivo, con un editor potenciado por IA para facilitar la personalización de contenidos, estadísticas completas, alta tasa de entregabilidad, décadas de experiencia y un servicio de atención compuesto al 100% por profesionales con experiencia. Se ha convertido en un pilar clave para el e-mail marketing, sobre todo gracias a la apuesta por novedades como el editor con capacidad IA, su API para desarrollo o el SMTP con estadísticas. Es una herramienta avanzada que facilita la personalización que mencionamos y cuenta con el aval de llevar décadas dando lo mejor en el sector.
Hay casos de personalización en todas partes, desde tiendas online como Amazon, que moldean sus ofertas a las búsquedas de los compradores; o Netflix, que recomienda contenidos en base a lo que el usuario vea en la plataforma. Así fomentan la fidelización y la retención. Además de reforzar la relación entre marca y consumidor.
Venta de sensaciones
El marketing moderno ya no se centra solo en vender productos o servicios, sino en ofrecer una experiencia única. Las marcas han entendido que las emociones juegan un papel fundamental en el proceso de compra. Por eso, hoy en día las estrategias de marketing buscan generar sensaciones y experiencias memorables que conecten emocionalmente con los consumidores.
Solo hay que echar un vistazo a Apple. Comprar uno de sus productos no es solo comprar un gadget o un dispositivo, es comprar una experiencia de primera clase. El diseño de las tiendas, el packaging, los servicios… Todo apunta a la exclusividad y a la satisfacción, lo que facilita la construcción de una comunidad.
Esto ha construido una rama conocida como marketing de experiencia, que podemos ver en campañas que abordan temas emocionales y/o sociales. Nada es más fuerte que una emoción, incluso a la hora de vender.
Contenido: más, mejor y a medida
Otra de las claves del marketing moderno es el contenido. Las marcas han aprendido que para destacar en un mercado saturado de competencia e información hay que proporcionar algo de valor al cliente, y para eso es necesario construir contenido de calidad. No vale con bombardear con publicidad, hay que crear algo útil, educativo y/o entretenido que atraiga y retenga a los consumidores.
Así ha nacido el marketing de contenidos, una de las herramientas más importantes para las marcas. Los blogs, los podcasts, los ebooks, los vídeos, las redes sociales… Todos estos campos son los terrenos en los que las marcas deben posicionarse como autoridades ofreciendo ese valor único y atractivo para el consumidor.
Influencers y redes sociales: los nuevos altavoces
El papel de las redes sociales y los influencers es totalmente determinante en el marketing moderno. Los consumidores confían ahora más que nunca en las recomendaciones de personas a las que siguen y admiran. Mucho más que en los anuncios tradicionales. Por ello, muchas marcas acaban trabajando con influencers, quienes son percibidos como figuras auténticas y fiables.
El marketing de influencers permite llegar a un público más amplio y específico, dependiendo del tipo de influencer con el que se colabore. Además, como las redes sociales facilitan una interacción mucho más directa entre marca y consumidor, se consigue una comunicación más humanizada y se potencia la fidelización.
El marketing moderno combina personalización, emociones y confianza. Entender al consumidor se ha convertido en la máxima prioridad para las marcas, al igual que la autenticidad. Así es como se consigue la lealtad que lleva a las ventas, lo que lleva al crecimiento y al éxito. No es un recorrido fácil, pero, con una estrategia sólida, los resultados son claros.