Su nombre es Jennifer Pietsch y es una mesera del restaurante canadiense Mongo’s Grill, donde le ocurrió algo que jamás se habría imaginado.
La joven mesera de 20 años se encontraba atendiendo a una cliente pero y habría narrado que «todo estaba tardando un poco más, y yo estaba realmente ansiosa y estresada. Esta mujer me dijo que solía ser una camarera y comprendió lo que sentía».
Es así que al pagar su clienta el ticket por 87.15 dólares, ella le dio una propina de nada más y nada menos que de mil dólares.
Al ver esto, la mesera pensó que se trataba de un error, por lo que fue a preguntarle al respecto: «Pensé que era un error, pero me aseguró que era la cantidad correcta, y yo solo comencé a llorar y darle las gracias».
Tras ello, la joven narró que el dinero le ayudó muchísimo pues ella tendría dos trabajos solo para sobrevivir. Por las mañanas trabaja en una tienda, de 7:00 a.m. a 4:00 p.m.; mientras que por las noches es mesera en el restaurante hasta las 10:30 p.m.
Además, la joven estaría ahorrando para poder ir a la universidad.