A todos nos facina pensar cómo será el futuro. De hecho se trata nuestro género favorito, la ciencia ficción: imaginar posibles las cosas que hoy parecen imposibles.
El auge de la ciencia ficción es algo relativamente cercano en el tiempo, pero siempre existieron visionarios que imaginaban el futuro, genios que pensaban cómo sería el mundo siglos después.
Al final de cuenta algunos le acertaron bastante. El mejor ejemplo es Julio Verne, que en su célebre obra Veinte mil leguas de viaje submarino, escrita en 1870, imaginaba el buceo y los viajes submarinos, que se volvieron realidad en el siglo XX. Luego, más increíblemente, en su obra De la Tierra a la Luna, de 1865, imaginaba cómo la humanidad podría llegar a la Luna, algo que solo fue posible 100 años después.
Hoy vamos a conocer a un artista francés del 1900 quien publicó una serie de pintuas donde imaginaba el avance científico-técnico de la humanidad para el año 2000. Algunas de sus predicciones se hicieron realidad, mientras que otras, por el contrario fueron completamente disparatadas. Veamos, entonces, esta selección de 19 pinturas realizadas por Jean-Marc Côté.
A todos nos facina pensar cómo será el futuro. De hecho se trata nuestro género favorito, la ciencia ficción: imaginar posibles las cosas que hoy parecen imposibles.
El auge de la ciencia ficción es algo relativamente cercano en el tiempo, pero siempre existieron visionarios que imaginaban el futuro, genios que pensaban cómo sería el mundo siglos después.
Al final de cuenta algunos le acertaron bastante. El mejor ejemplo es Julio Verne, que en su célebre obra Veinte mil leguas de viaje submarino, escrita en 1870, imaginaba el buceo y los viajes submarinos, que se volvieron realidad en el siglo XX. Luego, más increíblemente, en su obra De la Tierra a la Luna, de 1865, imaginaba cómo la humanidad podría llegar a la Luna, algo que solo fue posible 100 años después.
Hoy vamos a conocer a un artista francés del 1900 quien publicó una serie de pintuas donde imaginaba el avance científico-técnico de la humanidad para el año 2000. Algunas de sus predicciones se hicieron realidad, mientras que otras, por el contrario fueron completamente disparatadas. Veamos, entonces, esta selección de 19 pinturas realizadas por Jean-Marc Côté.
Bomberos con alas que pueden llegar hasta cualquier balcón para apagar incendios y salvar vidas. Todavía estamos muy lejos de eso.
A todos nos facina pensar cómo será el futuro. De hecho se trata nuestro género favorito, la ciencia ficción: imaginar posibles las cosas que hoy parecen imposibles.
El auge de la ciencia ficción es algo relativamente cercano en el tiempo, pero siempre existieron visionarios que imaginaban el futuro, genios que pensaban cómo sería el mundo siglos después.
Al final de cuenta algunos le acertaron bastante. El mejor ejemplo es Julio Verne, que en su célebre obra Veinte mil leguas de viaje submarino, escrita en 1870, imaginaba el buceo y los viajes submarinos, que se volvieron realidad en el siglo XX. Luego, más increíblemente, en su obra De la Tierra a la Luna, de 1865, imaginaba cómo la humanidad podría llegar a la Luna, algo que solo fue posible 100 años después.
Hoy vamos a conocer a un artista francés del 1900 quien publicó una serie de pintuas donde imaginaba el avance científico-técnico de la humanidad para el año 2000. Algunas de sus predicciones se hicieron realidad, mientras que otras, por el contrario fueron completamente disparatadas. Veamos, entonces, esta selección de 19 pinturas realizadas por Jean-Marc Côté.
Bomberos con alas que pueden llegar hasta cualquier balcón para apagar incendios y salvar vidas. Todavía estamos muy lejos de eso.
¿Policías voladores? Pues, también estamos demasiado lejos de esa realidad.
Parece que el aéreo era el medio favorito para los visionarios del 1900. No… tampoco tenemos carteros voladores (¿tenemos carteros aún?).
Tampoco cazadores que vuelan…
Una mezcla muy particular entre un barco, un avión y un dirigible. No es muy parecido a la realidad del siglo XXI, pero tiene algo de mérito, ¿no lo crees?
#Tenis volador
¡Basta de personas que vuelan! Un delirio total, ¿no te parece?
Y hablando de delirios… Cricket bajo agua. Como si volar no fuera suficiente, también deberíamos poder sumergirnos a jugar indefinidamente.
Y seguimos con los deportes delirantes: ¡carreras submarinas! ¡Cuánta imaginación!
Y esto es sencillamente fantástico: pescadores submarinos que utilizan peces como carnada para gaviotas. No tiene sentido, pero debemos admitir que es una brillante idea.
Bueno… sí… los franceses en 1900 creían que en el 2000 andaríamos bajo el agua paseando sobre hipocampos gigantes.
Y nuevamente, un medio de transporte fantástico: un autobús-submarino a tracción de ballena. Debemos reconocer que Jean-Marc Côté era bastante creativo.
Este no está tan mal. Una casa rondante… una MEGA casa rondante llevada solamente por un ciclista.
# Constructor automático
No es que sea una predicción brillante, pero en la actualidad sí hay grúas automáticas y brazos robóticos para la construcción.
No… tampoco. Estas máquinas no existen.
Esto puede ser una buena aproximación a la cantidad de electrodomésticos que tenemos ahora en casa.
¿Un salón de belleza a pedal? Mmm no, tampoco. No tenemos ese beneficio…
¡Fantástica idea! ¡Y bastante acertada! Nada más que quienes manejan los tractores deben, de hecho, estar encima de ellos, y no en un cabina de control.
Una máquina capaz de acelerar el proceso de gestación de los pollitos y hacerlos nacer automáticamente. Una idea revolucionaria, sin dudas, pero todavía estamos muy lejos de eso, si acaso alguna vez será posible.
Ahora que has visto todas estas 19 pinturas de Jean-Marc Côté.