‘Mrs. Doubtfire‘ (Sra. Doubtfire en España y Papá por siempre en Latinoamérica) fue un éxito instantáneo en 1993 y una de las películas más emblemáticas del talento camaleónico de Robin Williams. Hoy es un clásico de su filmografía, una comedia sobre un padre que se transforma en la niñera más divertida del cine para estar cerca de sus hijos, pero también un drama sobre el dolor y las consecuencias del divorcio. Aunque el humor del legendario actor hizo que la película se recordara como una comedia, a veintitrés años de su estreno descubrimos que estuvo a punto de inclinarse hacia el drama si se hubieran mantenido estas escenas eliminadas.
El bloguero americano, Matthew Keys, publicó esta recopilación de escenas que no se incluyeron en el metraje final, así como otros momentos alternativos que hubieran servido para una película completamente diferente.
En la primera secuencia podemos ver a Daniel Hillard (Williams) llegando tarde al concurso de ortografía de su hija Lydia. Al ver que no le guardaron un asiento, comienza una discusión con su ex-esposa acusándola de hacerlo a propósito para seguir evitando que pase tiempo con sus hijos. Pero el momento avergüenza a Lydia, que se despista, confunde y pierde el concurso. A continuación vemos a Daniel intentando disculparse con su hija, pero la conversación de reproche de Lydia por “no pretender ser una familia normal” termina creando un momento cargado de drama, lágrimas y emoción, muy diferente a lo que vimos en la película de Chris Columbus.
La última escena sería la siguiente tras descubrir que Daniel era en realidad la Sra. Doubtfire. El momento, en lugar de centrarse en la discusión de la ex-pareja, enfoca su atención en los niños que escuchan a sus padres desde la habitación, provocando que bajen las escaleras y griten “Los odio a los dos”.
Durante varios años se intentó desarrollar una secuela. Se escribió un guión inicial en 2003 pero el proyecto se canceló tres años más tarde porque Robin Williams no estaba conforme con el resultado calificando el guión como “inútil”. En abril de 2014, Williams y Columbus volvieron a ponerse manos a la obra con el desarrollo de la segunda entrega pero tras el fallecimiento del actor en el mes de agosto, la secuela quedó cancelada de manera definitiva.
Tras ver estos momentos inéditos, podemos sospechar que el director estuvo tentado con llevar la película por el terreno dramático, realizando una exposición sobre las consecuencias emotivas en los niños tras un divorcio. Finalmente optó por una comedia más ligera centrándose en el humor de Robin Williams y convirtiendo a su alter ego, la Sra. Doubtfire, en la joyita de la historia.