Durante la mañana de este viernes en Bienvenidos la periodista Monserrat Álvarez recordó uno de los episodios más tristes de su vida. La emotiva y profunda conversación que sostuvo Monserrat con Martín Cárcamo se dio luego que analizaran las declaraciones entregadas por Benjamín Vicuña sobre la muerte de su hija, Blanca, la noche de este jueves en el programa de Diana Bolocco.
En la oportunidad, el artista relató lo difícil que ha sido superar ese momento y cómo vive hoy esa pena, pues aseguró que jamás se sana, y que la recuerda todos los días, así como también le habla de ella todo el tiempo a sus otros hijos. Fue en este marco que la profesional de las comunicaciones recordó cómo vivió la muerte de uno de sus hermanos. “Uno dice esto no lo voy a resistir y Benjamín está luchando y lo está resistiendo, pero uno siempre va a ser una persona distinta a antes de la pérdida de una persona”, comentó.
Luego agregó que: “Sientes que estás un poco mejor y el alivio, y de repente vuelves a estar pésimo … lo triste de todo esto es que la única cosa que te consuela es el paso del tiempo, la resignación, quiero que pase rápido el tiempo, para que no viva más este momento (…) Una de las peores cosas es despertarse en las mañanas, abres los ojos y te golpea la realidad, el abrir los ojos te juro que es como ‘no’, y pasa mucho tiempo así”, relató.
Monserrat señaló que su hermano murió en 1998 de manera repentina cuando tenía 34 años, aunque no reveló más detalles al respecto, sí confesó que fue uno de los momentos más dolores que han enfrentado como familia. “Yo lloré, nunca pude dejar de llorar, lloré un año seguido, todos los días“, aseveró. Pero eso no fue todo, pues también contó que una hermosa noticia la ayudó a salir adelante. “De repente me di cuenta que hace como 5 días no había llorado, y era que estaba embarazada. Fue biológico, yo no sabía que estaba embarazada, es la fuerza de la vida, y uno no lo maneja”, aseguró.
Esta nueva vida, también fue un acontecimiento importante que llegó a llenar de alegría el hogar de Álvarez. “En mi familia no habían niños, mi hijo fue el primer nieto, él fue como la tabla de salvación de todos. Era toda esta familia mirando a esta guagüita que traía la vida y nosotros estábamos con la pena de la muerte, era una cosa muy contradictoria, la alegría de la vida y la pena e impotencia sobre la muerte, la vida te va curando de las maneras más inesperadas”, finalizó la periodista.