Jacqueline Adan cumplió 29 años y junto con ellos, el sueño de su vida. Tras haber llegado a pesar más de 225 kilos la joven de San Mateo, California, hoy ha bajado a 68 y es verdaderamente otra persona. Pero el cambio no lo consiguió de manera gratuita. Más bien, para lograrlo tuvo que invertir mucho tiempo, esfuerzo y a su vez pasar la mayor vergüenza de su vida. Se trata de lo que para ella fue una humillación pública que la hizo correr al baño, encerrarse y largarse a llorar de la frustración.
Todo ocurrió el 2011 en un viaje a Disney. Se suponía que Jacqueline había ido a divertirse y escapar de la rutina, sin embargo, en el parque de diversiones se encontró con una realidad que, si bien la había acompañado siempre, ella nunca había mirado críticamente.
Estaba caminando por el lugar, en un día de verano, cuando al igual que muchas otras veces, se encontró de frente con una barra de torniquetes que las personas debían pasar una por una de un lado al otro. Era un asunto de seguridad y Jacqueline ni sospechó lo que estaba por ocurrir. Pero, en el momento en que ella se acercó a la barrera de metal y dio un paso para cruzarla, se dio cuenta que había quedado atrapada. Rápida y disimuladamente hizo un intento por soltarse, pero mientras más fuerza hacía para pasar, más atascada quedaba. De pronto, en medio de una multitud inagotable de personas que estaban su alrededor, el hombre que la seguía en la fila para cruzar se dio cuenta que estaba atrapada. Era lo último que ella quería, pero había sucedido.
“Estaba devastada. Y una vez que finalmente logré salir, después de varios minutos, corrí y me encerré en el baño a llorar desconsoladamente. Sentía culpa y estaba muy avergonzada. No podía creer que me hubiera permitido llegar a ser tan grande”, escribió en un post en la página web de la entrenadora para obesos mórbidos “Extreme Weight Loss”, Heidi Powell.
Y claro, Jacqueline estaba muy angustiada. Mal que mal se encontró con su grave problema de sobrepeso de frente y en medio de un parque de diversiones. Todas las personas lo vieron.
Sin embargo, la joven californiana ya había intentado bajar de peso anteriormente sin conseguir grandes resultados.
“Parecía que no importaba lo que yo hiciera. Me era imposible seguir un régimen para adelgazar y cuando lo intentaba, siempre terminaba desistiendo y ganando incluso un par de kilos más”, señaló. Y por eso, luego de varios años intentándolo, en el 2005 simplemente abandonó todos los esfuerzos y se dedicó a comer todo lo que quisiera. Pero luego, 6 años después, la situación se hizo tan insostenible, que quedó atascada en el parque de diversiones.
“Recuerdo haber deambulado por Disney sintiendo que todos me miraban, me juzgaban y se reían de esa chica gorda que ni siquiera podía caminar correctamente”, dijo.
Para Jacqueline ese fue el momento en que entendió que debía hacer algo para sentirse mejor. Lo que no sólo se trataba de un asunto estético y físico. Sino también emocional y de salud.
Hoy, además de su impresionante cambio, se sometió a un cirugía que le removió todo el tejido sobrante de los kilos que perdió. Además encontró una pareja, Kevin, y está felizmente enamorada.
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