Sammantha Allen, de 29 años, de Phoenix, fue condenada por ayudar a su esposo, John Allen, de 29 años, a encerrar a Ame Deal, un pequeño niño de 10 años de edad, en un pequeño contenedor de almacenamiento, como castigo por llevarse un helado sin permiso.
Ame murió de asfixia dentro del contenedor. Fue encontrado muerto a la mañana siguiente. La caja tenía solo dos pequeños agujeros de aire, en sus asas, y la temperatura dentro de la caja superó los 37° C.
El jurado encontró a Allen culpable de asesinato en primer grado, y cuatro cargos de abuso infantil por el asesinato de Ame. La jurado dijo: «La falta de remordimiento fue lo que más nos impactó. No vimos en Sammantha ninguna muestra de remordimiento durante todo el proceso».
Allen es la tercera mujer en el corredor de la muerte de Arizona y la mujer número 55 condenada a morir en Estados Unidos, informó el Phoenix New Times.
El niño fue obligado a comer heces de perro, aplastar latas de aluminio descalzo, consumir ají picante y entrar en la caja de almacenamiento, donde fue encontrado muerto tras pasar 7 horas encerrado. Según la policía también había sido pateado en la cara, golpeado con un palo de madera y luego arrojado a una piscina fría. Todo esto como castigo por robar un helado.
John Allen, de 29 años, será juzgado el 9 de octubre. Se ha declarado no culpable de asesinato en primer grado y abuso infantil y enfrenta la pena de muerte, al igual que su esposa. La tía de la víctima y su tutor legal, Cynthia Stoltzmann, madre de Allen, está cumpliendo una condena de 24 años de prisión por una condena por abuso infantil. Una historia de violencia horrorosa y atávica.