Estar en una relación con alguien a quien no le interesa el sexo puede hacer que sientas soledad. Sin embargo, tener distintos niveles de deseo sexual es más frecuente de lo que puede parecer. Pero esto tiene solución. Los expertos aseguran que los problemas de dormitorio pueden mejorar si se aborda el asunto sin echar culpas a nadie.
¿Cuál es es el mejor modo de abordar esos problemas con tu pareja? A continuación puedes leer los consejos que dan los terapeutas sexuales a las personas que se encuentran en esta situación.
1. Sé sincero con tu pareja sobre tus necesidades
No te limites a aislarte de tu pareja y sufrir en silencio tu frustración sexual. Según la terapeuta sexual Keeley Rankin, el primer paso para mejorar tu vida sexual es decirle a tu pareja que te gustaría que se acostaran con más frecuencia: «Presta atención a lo que te diga, a cómo se siente y lo que quiere la otra persona. Quién sabe, igual también le gustaría intimar más a menudo».
2. Averigua qué obstáculos hay y cómo se pueden solucionar
Si no preguntas, es imposible saber por qué a tu pareja no le interesa el sexo. Quizás simplemente tu pareja esté cansada o demasiado estresada para cerrar el día teniendo relaciones sexuales. Quizás su recelo surja por algún tipo de disfunción (eyaculación precoz, disfunción eréctil, sequedad vaginal…).
Un ligero desajuste en la libido puede convertirse fácilmente en un problema mayor si el miembro de la relación con menos ganas de sexo se siente siempre acosado por el tema, según la terapeuta sexual Danielle Harel, coautora de la obra Making Love Real: The Intelligent Couple’s Guide to Lasting Intimacy and Passion.
«El desajuste en la libido crea con frecuencia un ciclo vicioso por el que la persona con más ganas de sexo se queja y critica al otro miembro o lo compara con otras parejas, haciendo que se acueste casi por obligación y cada vez con menos ganas», explica.
En lugar de presionar a la pareja, «intenta averiguar qué es lo que más le excita y ponlo en práctica. Dile (pero de verdad): ‘No pasa nada si no nos acostamos esa noche, pero ¿quieres que intente encenderte?’. Y recuerda que solo porque empieces no significa que haya que acabar si la otra persona no tiene ganas. Eso lo deben tener muy claro los dos».
4. Túrnense a la hora de llevar la iniciativa
«Si están atascados en un ciclo de propuesta y rechazo, pregúntale a tu pareja si le gustaría empezar de vez en cuando. Tómense turnos, que un día empiece uno y luego, otro, aunque el objetivo final no sea llegar al orgasmo», propone Moushumi Ghose, terapeuta sexual y autora de la obra Classic Sex Positions Reinvented.
5. Averigua si tu pareja quiere besarte con lengua
«Para resintonizar sexualmente con tu pareja, hay que dar pasos muy pequeños y medidos. Si a tu pareja se le antoja una sesión de besos eróticos o simplemente un toqueteo, no te cierres. A veces, cuando alguien pide sexo, lo que más desea es una conexión amorosa y apasionada. Recuerda, tiene que ser apasionante para los dos; tampoco será satisfactorio para ti si tu pareja no está viviendo el momento o si tiene la cabeza en otras cosas», advierte Celeste Hirschman, terapeuta sexual y coautora de la obra Making Love Real: The Intelligent Couple’s Guide to Lasting Intimacy and Passion.
6. Consigue ayuda externa
«En vez de lamentarte y romperte la cabeza intentando averiguar qué es lo que falla en la relación, considera el vínculo y la atracción que aún existe entre ustedes y partan de ahí hacia la recuperación. Exploren talleres sexuales, recursos de educación sexual y terapia sexual. De este modo, se expandirán sus horizontes sexuales. Hablen como un equipo sobre qué más pueden hacer», añade Elizabeth McGrath.
7. Sigue empleando tu energía sexual, pero de un modo más tranquilo y cariñoso
«No te deprimas si eres el miembro de la relación con más ansias sexuales», dice Ian Kerner, terapeuta sexual y autor del superventas She Comes First: The Thinking Man’s Guide to Pleasuring a Woman.
«La persona con mayor deseo sexual suele sentirse frustrada y rechazada, con lo que se va creando una disposición sexual más impaciente, inestable y temperamental. Esto solo empeora la situación sexual o hace que el miembro de mayor deseo desista, lo que también es malo. Lo mejor que puedes hacer es no darte por vencido. Eso significa tratar de propiciar el momento sexual a través de actos de intimidad positivos».
Vía HuffingtonPost