A los seis años de edad, un niño desesperado y estresado por el encierro mató a golpes a su hermana recién nacida cuando ella comenzó a gritar y llorar, mientras estaban sentados dentro de un caluroso automóvil en Largo, Florida el lunes pasado.
Posteriormente, la policía detuvo a mamá Kathleen Steele, de 62 años, como sospechosa de homicidio agravado de un niño, después de dejar a sus hijos mientras ella hacía algunas diligencias.
Steele fue a buscar un teléfono móvil reparado y había dejado al bebé en su coche con sus dos hijos de tres y seis años de edad.
A medida que la temperatura se elevó dentro del auto, la bebé comenzó a llorar por su madre que no volvería hasta dentro de media hora.
El sheriff del condado de Pinellas, Bob Gualtieri, dijo a Fox News: «El menor de 6 seis años de edad, sacó a la bebé de su asiento especial y empezó a moverla a tirones múltiples veces. Finalmente, la dejó caer en el suelo, la levantó y también le golpeó su cabeza contra el techo. Además, tenía rastros de golpes en la cara».
Steele, dio a luz después que fuera inseminada artificialmente con el esperma de su marido muerto.
A pesar del estado grave de su hija, irracionalmente la mujer continuó conduciendo e hizo una parada en la empresa de alquiler de coches para extender el tiempo que tenía con la furgoneta, en lugar de conducir a un hospital directamente.
Se necesitaron dos horas antes que Steele cogiera el teléfono del hotel en que se alojaba y llamara a una residente que era enfermera.
Pero en ese momento el niño ya estaba muerto, dijo la policía.
«El cráneo estaba roto en numerosos lugares, realmente parecía una tenebrosa papilla… Una de las peores cosas que he visto nunca», informó la primera enfermera que vio a la bebé.
«Según numerosos relatos de testigos, Kathleen Steele era una madre negligente que le daba poco atención a sus hijos. Ellos estaban creciendo, en gran parte, sin supervisión y tenían lesiones de comportamientos muy graves», dijo el Sheriff.