El médico y astrólogo francés Michel de Notre Dame, conocido históricamente como Nostradamus, tal vez el más célebre y eficaz de los profetas de la historia, escribió en su libro más famoso algunas profecías que muchos estudiosos de su obra calculan que tendrían lugar en 2016, o en los años inmediatamente posteriores.
La Tercera Guerra Mundial: comenzará una guerra entre dos grandes potencias que durará 27 años. Su momento de mayor violencia coincidirá con la aparición de un cometa visible en el cielo. “Un combate nuclear, así como desastres naturales, se darán cuando un planeta gigantesco se acerque a la Tierra”.
Gran erupción del Vesubio: la peor erupción de la historia del volcán Vesubio llegará acompañada de terremotos que sacudirán la tierra cada cinco minutos, causando la muerte de entre 6 y 16 mil personas.
El mayor terremoto: el mayor terremoto en las historia de los Estados Unidos afectará especialmente a su zona occidental, y se sentirá en otros países.
Permiso para la paternidad: quienes quieran tener hijos necesitarán licencias y permisos, no podrán hacerlo cuando quieran.
El derrumbe de la economía mundial: “Los ricos morirán muchas veces”, escribió el profeta francés.
El fin de los impuestos, fiesta mundial: “Las personas se niegan a pagar el impuesto al rey. Ese día muchos van a celebrar la libertad en un país que grava sin piedad”.
La radiación quemará el planeta: “Los reyes se roban los bosques, el cielo se abrirá, los campos serán quemados por el calor”.
La gente va a vivir más de 200 años: los avances en la medicina extenderán la duración media de la vida humana a 200 años. Una persona de 80 años se verá como una de 50, según Nostradamus.
Los humanos hablarán con los animales: “Los cerdos se convertirán en un hermano para el hombre”, escribió el profeta, en un texto que algunos vinculan a los avances científicos que permitirán que las personas hablen con sus mascotas.
Las diferencias idiomáticas desaparecerán: “Después de la invención de un nuevo motor, el mundo será como en los días antes de Babel”. Según intérpretes, ese nuevo motor sería ni más ni menos que un traductor como las computadoras actuales. Para el francés, este desarrollo provocará el fin de las naciones.