La búsqueda de la belleza ha sido un tema muy importante para las mujeres. Desde hace más de cincuenta años, las mujeres han tratado de lucir perfectas, ya sea haciendo grandes sacrificios alimenticios o pasando por procesos innovadores que prometían dejarlas más jóvenes. Para entonces no existía ninguno de los tratamientos que conocemos en la actualidad y ellas debían arreglárselas para cumplir con los estándares de belleza de la época.
Estos eran los poderosos secadores de pelo de la época.
Una mujer experimentando un procedimiento para hacerse la permanente en Alemania, año 1929.
Este aparato de científico loco fue inventado por Max factor en 1930. Su objetivo era ayudar a mejorar la aplicación de maquillaje.
Antes de que hubiera protector solar. Esto era usado para protegerse de los rayos del sol. Algunos modelos incluso llevaban gafas de sol incorporadas, como el que se muestra a continuación.
Si durante 1940 visitaste algún salón de belleza, podrías haberte encontrado con alguna silla como esta. La silla hacía masajes en las piernas y supuestamente promovía la pérdida de peso.
Este procedimiento pertenece a la década de 1930, cuando los médicos intentaban congelar las pecas utilizando dióxido de carbono. Los ojos y nariz del paciente se cubrían para su protección. Respiraban a través de un tubo en la boca.
Esto son ventosas, un instrumento de cirugía de la época. Este procedimiento debía ser eficaz para chupar literalmente manchas de la piel.
Ni siquiera estoy seguro de lo que está pasando aquí, pero es aterrador.
Supuestamente, se utilizó esta horripilante máscara en la década de 1940 aplicando calor a la cara como forma de mejorar la circulación y hacer que la piel se vea más joven.
Durante la década de 1920, se pensó que el uso de estas “máscaras de belleza”, servía para suavizar las arrugas faciales. Aunque yo no lo probaría…
Antes de la Segunda Guerra Mundial, muchas mujeres pasaban horas en máquinas como ésta para conseguir tener el pelo encrespado.
Esta mujer lleva un “Hangover Heaven”, inventado por Max Factor. Los cubitos de hielo eran de plástico pero se podían llenar con agua y congelar la máscara al completo.
Creo que nadie sabe cuál es el punto de una máscara de fruta, pero sin duda es una foto impactante.
La mujer de esta foto lleva lo que se conocía como “Glamour capo”. Este aparató debía ofrecer a los usuarios un cutis resplandeciente de color rosado. Lo hizo mediante la reducción de la presión atmosférica alrededor de la cabeza a las condiciones alpinas. Sinceramente creo que no suena muy bien.
Aunque parezcan sacadas de una película de terror, estas fotos son reales.