Pese a viajar en asientos numerados y nominativos, existen varios pasajeros que piden directamente cambio de asiento a otros pasajeros, muchas veces por razones absurdas como «me mareo en el pasillo» o «quiero sentarme al lado de mi amigo, amiga, mamá, papá, novio, conocido», entre otros personajes.
Estas peticiones, además de ser bastante incómodas, muchas veces sorprenden y por pura educación, nerviosismo o «empatía», el pasajero que estaba cómodo en su asiento numerado termina cediendo a la sorprendente solicitud del otro.
Si bien existe un grupo de pasajeros que defiende su puesto y decide quedarse en el lugar que eligieron al comprar el pasaje, éstos muchas veces son víctimas de malas miradas o de una avalancha de argumentos por parte de la persona que quiere cambiar de lugar. De esta forma, muchas veces ese valiente pasajero termina cediendo a la insistencia y presión del entorno.
Para evitar estas incómodas situaciones la bloguera World Wonders de Vmirechudes.com ideó un mecanismo que devuelve el efecto sorpresa y hace desistir al pasajero que quiere el cambio de asiento inmediatamente.
Te dejamos con su respuesta que rápidamente se viralizó en redes sociales:
“Odio cuando subo al avión o el tren y alguien me pide cambiar de asiento cuando ya me he instalado. ¿Por qué debería cambiar? Es mi asiento, va a mi nombre… pero no tengo ganas de discutir…
Con el tiempo he desarrollado una respuesta universal, que pronunciada suavemente y con una sonrisa tranquila y agradable, hace que mi interlocutor desista de inmediato.
‘Lo siento, no deseo cambiarme. El asiento va a mi nombre y en caso de accidente impediría la identificación’.
Después de eso, nada ocurre».
Una buena respuesta, sin embargo lo mejor es siempre tomar decisiones que te hagan sentir cómodo, por esto si no deseas cambiar de asiento simplemente quédate en tu lugar y no intentes complacer a los demás.
¿Te gustó la respuesta?
Con información de La Voz del Muro.