Se preguntaron si estaba embarazada. Ella, ya había respondido antes: «Estoy comiendo mucho queso».
Otra vez nos encontramos hablando de Eva Longoria y su panza. Es que la actriz, casada con el multimillonario mexicano José Bastón, se mostró en bikini vacacionando junto a él en Grecia, y, a pesar de que ya hace un año y medio que están casados, todos esperan que su panza se deba a un embarazo. Pero no.
“Eva no está embarazada”, tuvo que salir a desmetir por enésima vez en el año su representante a UsWeekly. Lo que tiene Eva es un cuerpo real que es juzgado. Nada más. Como si el único pretexto para “tener” panza sea solo dando a luz.
O mejor dejemos que Eva se defienda por sí sola, ya que en abril, los medios se hicieron eco de su abdomen y afirmaban que estaba embarazada. Ella, rápida de reflejos, especificó que todo era culpa del queso:
“Vi algunas fotos mías. Realmente gorda, en un bote. Tengo que decirles que lo que hice fue comer queso. ¡Como queso! Así que esa es la noticia del día. No estoy embarazada, solo estoy comiendo mucho queso, mucho vino, y bastantes pancakes. Todo el mundo diciendo que estoy embarazada y no lo estoy. Aparentemente soy intolerante a la lactosa. Hoy no tengo panza. Solo lo tenía que compartir porque toda mi familia está llamándome, preguntándome si estoy embarazada. Sí, me veía embarazada. Pero solo era una bola de queso. Una bola de queso en mi estómago. Pero de verdad, me veía tan gorda pero saben que, eso le pasa a la gente. Todo el mundo se hincha. No estoy hinchada hoy pero esto es antes del pancake. Voy a comer pancake ahora”, escribió, en Snapchat.
Nuevamente el cuerpo de la mujer es juzgado. En cambio, si los hombres tienen kilos de más, son simplemente eso, algunos kilitos sexys de más. Eva, mientras tanto, sigue comiendo lo que quiere. Y tiene todo el derecho de hacerlo sin explicarle nada a nadie. ¡Que viva el queso y los pancakes!