Las historias de padres que hacen lo que sea por sentir especial a sus hijos y que sepan lo mucho que les quieren no dejan de sorprendernos. El último caso lo ha protagonizado un padre que decidió tatuarse el implante de oído que tiene que llevar su hija, sorda de nacimiento.
El nombre del padre que ha decidido tatuarse el implante de oído es un misterio. Su historia no fue dada a conocer por la prensa sino que surgió a raíz de que subiera una fotografía de su tatuaje a la red de Instagram. La imagen dio la vuelta al mundo en cuestión de días, convirtiéndose en todo un fenómeno viral.
Pero en esta ocasión el fenómeno viral no tiene como protagonista a un bebé riendo o a un gato haciendo monerías. Se trata de una historia que llega al corazón y que en seguida consiguió que los internautas bautizaran a este padre como el Padre del Año, pese a no saberse nada de él. Ni su nombre, nacionalidad o edad.
Lo que sí que se sabe y para lo que no hace falta nada más que ver la imagen, es que quiere a su hija con locura y que no soporta que ella se sienta excluida y desplazada por el resto de personas. Y para ello ha usado algo tan sencillo como un tatuaje, que le ha permitido tener algo en común con su hija.
Tal vez su hija, cuyo nombre también se desconoce, no sea afortunada por haber nacido con la imposibilidad de oír. Pero lo que está claro es que es muy afortunada por tener el padre que tiene y que no dudó en usar su propio cráneo para tatuarse el aparato que ella se ve obligada a llevar. De este modo consigue que ella entienda que no pasa nada porque tenga ese aparato, porque él también lo lleva con orgullo.
El tatuaje en cuestión cubre la mayor parte de su cráneo y no le falta ningún detalle. Desde el implante cloquear hasta el cable que lo une con el dispositivo para oír. Aunque de seguro que en este caso lo de menos es lo realista o bonito que sea el tatuaje, sino que lo importante es que cumpla el objetivo de hacer sentir normal a su hija.
Una historia de amor, comprensión y el sacrificio que está dispuesto a hacer un padre por sus hijos, y que sí merece la pena que sea conocida en todo el mundo.