Su última hija cumplió recién un año. habla de cómo vive la maternidad luego de tener ya dos hijos grandes, además de cómo agrandó su familia al casarse con el empresario Fernando Téllez, con quien entre los “tuyos y míos” armaron un clan de seis retoños.
“Ha sido heavy, súper cansador. Pero en general no molestan. Salvo la guagua, todos los demás hacen su cama, se visten solos”, revela la morena.
Hace poco se fueron de viaje… ¿cómo lo haces para andar con todos?
El alboroto es más cuando se suben al avión, jajá. Pero nada, cuando son vacaciones para los niños me enfoco en ellos. Además, hacemos siempre un viaje todos y después uno con mi marido.
¿En serio? ¿A pololear?
Sí, nos vamos en noviembre a Dubai por diez días. Es que yo soy súper partidaria de que en algún momento los niños se van a ir. Y ahí agradecerán o no, depende de como uno haga su pega. Pero se van a ir y yo voy a quedar sola con mi pareja, entonces no voy a perder esa instancia de pasarlo bien con mi marido si ellos después hacen su vida.
¿No eres una de esas madres culposas entonces?
No, no tengo ese cargo de conciencia de que soy mala madre si es que no estoy en mi casa. Mi lema es hoy es hoy y no voy a dejar de hacer cosas porque mis hijos están chicos. De hecho, pienso que soy súper buena mamá y soy consciente de que no puedo salir si alguno no está bien. Pero no tengo ningún cargo de conciencia cuando salgo a pololear y lo paso increíble.
Es que uno igual necesita esos espacios para la pareja…
Claro. Además es para tomarnos un trago como corresponde, para hacer el amor como corresponde, que no tengas que cerrar la puerta porque están los niños o tener ciertos horarios. Te puedes levantar a la hora que quieres, así que vamos a pasarlo bien.