Transformar la grasa blanca en parda es una de las grandes esperanzas en la lucha contra la obesidad y según un estudio realizado por el Centro Médico de la Universidad de Maastricht, el frío ayuda adelgazar, por que ayuda a nuestro cuerpo a potenciar el gasto de energía y a reducir peso.
Con esta estrategia se consigue que el organismo genere más grasa “parda o marrón”, una grasa beneficiosa que quema energía para mantener la temperatura corporal adecuada.
Estos investigadores empezaron a estudiar los efectos del frío sobre el cuerpo humano hace más de diez años, así llegaron a la conclusión de que sería interesante saber si los ambientes cálidos y confortables del hogar o de las oficinas podían tener algo que ver con la epidemia de obesidad.
El análisis del grupo de la Universidad de Maastricht se ha publicado una hipótesis en la revista de endocrinología ‘Trends in Endocrinology & Metabolismo’.. Las personas que participaron en el estudio aumentaron su porcentaje de grasa ‘parda o marrón’ tras pasar seis horas al día a una temperatura de 15 grados durante diez días. Así, aseguran que permanecer a esta temperatura no es tan duro y que los voluntarios se acabaron por acostumbrar al frío.
En la misma línea, otros científicos japoneses hicieron un experimento similar con un grupo de voluntarios a los que tuvieron dos horas al día a 17 grados durante seis semanas.
Según los investigadores, el sistema que pone en funcionamiento el organismo para contrarrestar el frío y no tiritar puede suponer desde un pequeño gasto de energía hasta un 30% del presupuesto de energía del cuerpo.
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