La cabeza de un niño pequeño ha pesado casi 10 kilos y tiene más de tres veces su tamaño normal. Esta extraña condición médica tiene al pobre menor sufriendo día tras día y sus padres no tienen dinero suficiente para pagar el tratamiento.
Cuando Emon nació su cabeza era sólo ligeramente más grande que la del promedio, pero tras pasar más de dos años la cabeza del pequeño creció tanto que ahora pesa casi los diez kilos.
Producto de esta desafortunada malformación, el pequeño Emon es incapaz de hablar, caminar e incluso no puede mover su cuerpo de forma independiente. Los médicos le han aconsejado a sus padres que podrían realizar una operación en el extranjero para ayudarlo, pero la falta de recursos es un obstáculo difícil de superar.
Emon ha sido diagnosticado con hidrocefalia, que es el resultado de una acumulación de líquido en el cerebro. En consecuencia, el exceso de líquido ejerce presión sobre el cerebro lo que le puede dañar permanentemente o causarle la muerte.
Por lo general, la operación implicaría la inserción de una derivación en la cabeza, que es invasiva y propensa a infecciones. El Dr. Jay Riva-Cambrin desarrolló un procedimiento en el que no se insertan tubos, llamado «tercera ventriculostomía endoscópica» en la que se efectúa sólo una pequeña abertura en el cráneo.
Hasta ahora, este procedimiento quirúrgico se ha realizado con éxito alrededor de 70 veces.
Roona Begum, otro pequeño nacido con hidrocefalia, fue sometido a una serie de otras operaciones en un hospital para eliminar el exceso de líquido. Finalmente, se logró salvar la vida de este menor.
De todas maneras, antes de la operación era incapaz de sentarse en posición vertical y se pensó que tenía sólo meses de vida antes de la cirugía que se pagó por medio de donaciones.