Parece inventado, pero el tipo tiene nombre, apellido, y al parecer le ha dado demasiada importancia a lo que la gente anda diciendo, “Mantenerse activo sexualmente es clave”, “Eyacular con regularidad mejora la calidad de tus espermatozoides“, “No importa la edad que tengas”, etc, etc, etc… Willis Gene Burdette, 72, pensó en esas palabras y se confundió completamente. Quizá imaginó que tenía veinte años y que estaba en la flor de la vida, recordó sus tiempos mozos, visualizó a la mujer de sus sueños y pensó en lo lindo que sería hacerle el amor apasionadamente. Entonces, la idea se le incrustó en la cabeza como un dardo y partió caminando a la casa de su vecina.
Entró por la puerta principal que permanecía semi abierta, se paseó por el lugar sin que nadie lo viera y, presa de la excitación, abrió el refrigerador de par en par.
-Jugo de naranja. -Pensó mirando el jarro de vidrio. -Esto servirá.
Acto seguido, (no es fácil escribirlo) Willis se bajó los pantalones en medio de la cocina de la casa de su vecina y comenzó a masturbarse.
Luego, cuando ya había pasado el tiempo suficiente (no sé cuánto), eyaculó sobre el líquido y contempló el resultado durante algunos segundos.
Finalmente batió el jarro y volvió a guardarlo en el refrigerador. Lo que Willis no sabía, sin embargo, era que una cámara de seguridad estaba filmando todo lo que hacía. La dueña de casa más tarde revisó toda la escena y, por que tiene un ángel guardián que la protege con muchísimo amor, no llegó a beber el jugo de naranja. POR SUERTE.