Un pedazo de roca que cayó a la Tierra y fue descubierto en los desiertos de Egipto puede ser la clave de nuestra comprensión de cómo se formó el sistema solar.
La piedra Hypatia, llamada así por la primera mujer occidental matemática y astrónoma, contiene minerales diferentes a todo lo visto anteriormente en nuestro sistema solar.
Los expertos dicen que el objeto extraterrestre se pudo haber formado en un momento en que el universo todavía estaba tomando forma y puede ser anterior al sol y sus planetas circundantes.
Contiene compuestos micro-minerales que no se encuentran en ninguna otra parte de nuestra región del espacio, ni en meteoritos y cometas conocidos, y tiene el potencial de reescribir los libros de historia.
El descubrimiento fue realizado por investigadores de la Universidad de Johannesburgo (UJ), que utilizaron técnicas avanzadas de escaneo para analizar la estructura de Hypatia.
La roca original que cayó a la Tierra debe haber tenido al menos varios metros de diámetro, según dicen, pero se desintegró en pequeños fragmentos de los cuales la piedra de Hypatia es una.
La piedra también se divide en secciones más pequeñas, descritas por los investigadores como guijarros, de alrededor de un centímetro (0,4 pulgadas) de tamaño o menos.
Los miembros del equipo inmediatamente notaron que la estructura del trozo de minerales, descubierta en el suroeste de Egipto en 1996, no se parecía en nada a la de ningún meteorito conocido descubierto en el planeta.
La relación de sustancias químicas presentes en el fragmento era distinta de cualquier otra cosa previamente estudiada.
Su investigación condujo a dos posibles explicaciones.
El primero sugiere que Hypatia es un fragmento sobreviviente de un meteorito que existía antes de que se formara nuestro sistema solar, solo para ser capturado por la gravedad de la Tierra millones de años después.
El segundo es que el pedazo de meteorito se formó a partir de la misma nube de polvo cósmico que el sistema solar.
Si esto último es cierto, esto cuestionaría nuestro modelo actual de cómo ocurrió este proceso, que plantea una nebulosa de elementos igualmente dispersos que luego formaron los cuerpos celestes encontrados en nuestro rincón del cosmos.
El Dr. Marco Andreoli, investigador de la escuela de geociencias de la Universidad de Witwatersrand, y miembro del equipo de investigación de Hypatia dijo: «Cuando se descubrió que Hipatia era extraterrestre, fue una sensación, pero estos últimos resultados se están abriendo hasta preguntas más grandes sobre sus orígenes.En los granos dentro de Hypatia las proporciones de elementos entre sí son completamente diferentes de las calculadas para el planeta Tierra o medidas en tipos conocidos de meteoritos».
La sustancia parece ser similar al cristal de mar que se forma en los océanos de la Tierra, y se puede encontrar esparcida por el este del Sahara, en los desiertos del este de Libia y el oeste de Egipto.
Los geólogos creen que se pudo haber formado hace 28 millones de años por un impacto de meteorito.
El Dr. Barakat reconoció inmediatamente el significado único de la piedra brillante, que está revestida con diamantes microscópicos.
En 2013, el profesor Jan Kramers del equipo de investigación de UJ y sus coautores anunciaron que Hypatia definitivamente no era de la Tierra.
Para el año 2015, otros equipos de investigación habían anunciado que la piedra no formaba parte de ningún tipo conocido de meteorito o cometa, según los análisis de gases nobles y sondeos nucleares.