El insólito hecho ocurrió en el Condado de Pinellas, en Florida, EE.UU. Según el sheriff, el agente bebió whisky irlandés cuando se dirigía al lugar en su patrulla.
Según la investigación interna realizada por la oficina del Sheriff de Pinellas, Michael Szeliga llevó la botella del whisky irlandés a la patrulla antes de dirigirse al hotel en Fort Lauderdale, donde se realizaba un curso sobre la legislación relacionada con la conducción y la bebida.
La Asociación de Madres contra la conducción y la bebida (Mother Against Drunk Driving, MADD) iba a concederle al agente y otros de sus colegas un premio por realizar más de 100 detenciones de conductores que superaban los límites de alcohol en sangre.
Según la investigación interna de más de 274 páginas, el máximo responsable de la Policía de Gulfport, Robert Vincent, encontró a Szeliga en un pasillo del hotel y le dijo que no era apropiado presentarse a la gala intoxicado.
Ello originó comentarios «irrespetuosos» del agente y Vincent decidió comentarle lo ocurrido al supervisor de Szeliga.
El jefe del agente confirmó que se percató del olor a alcohol en el aliento del policía de Pinellas, por lo que lo envió a su habitación para que no se presente de esa manera a la premiación.
A partir del hecho, el uniformado fue suspendido sin pago por un día y obligado a escribirle una nota de disculpas al jefe policial de Gulfport.