Uno de los recuerdos infantiles más reconfortantes es el de estar acostado en la cama, somnoliento, y que tu madre o tu padre te cobije, te dé un beso y te lea el cuento de todas las noches.
En la vorágine de la sociedad del consumo y del sistema capitalista, algunos padres olvidan lo importante que es incentivar la lectura en sus hijos. Otros sienten que no tienen tiempo. Es importante recordar que ningún juguete súper caro ni muchísimo menos un programa de TV podrá reemplazar el aporte al desarrollo del niño que significa acercarles un libro.
No solo es un excelente modo de estrechar el vínculo entre el adulto y el niño, sino que es una herramienta indispensable para expandir su creatividad.
Si todos los días te haces un rato (no necesitas más de media hora) para contarle un cuento a tu hijo, estarás:
Prestándole atención: todos los niños pequeños necesitan ser el centro de atención, aunque sea un rato, de sus seres queridos. Al leerle podrás brindarle la atención que necesita de un modo entretenido, educativo y divertido para los dos. Además, los niños son muy perceptivos y por más chicos que sean, sabrán darse cuenta de que estás invirtiendo en ellos tu bien más preciado: tu tiempo.
Ampliando su vocabulario: esto no parece muy importante al principio de la vida, pero luego, cuando crezcan algunos años te lo agradecerán.
A su vez, la lectura fomenta la confianza en ellos mismos al expresarse y facilita el correcto uso del lenguaje. Un niño al que le leen de pequeño tendrá muchas menos dificultades tanto para hablar como para escribir.
Potenciando su futuro: el hábito de la lectura es muy difícil que se adquiera de adulto si en la crianza del hogar no se tuvo contacto con los libros.
En cambio, una persona que en su infancia fue fomentada en la lectura tiene muchas probabilidades de ser lector el resto de su vida. Esto lo ayudará en varios aspectos, tanto emocionales (habrá explorado incontables universos y personajes) como cognitivos; su desenvolvimiento académico será más propenso al éxito.
Fomentando su capacidad de aprendizaje: La lectura cumple un doble rol; por un lado, el niño deja volar su imaginación a través de las historias lo cual incrementa sus talentos creativos. Por el otro, ayuda a que focalice su atención en una determinada tarea (escuchar en función de seguir el hilo narrativo) y esto es fundamental para que aprenda a no dispersarse en el futuro.
Sobre todo, una persona que crece con libros será un amante de la lectura el resto de su vida y ese es un regalo que tu hijo jamás olvidará (ningún lector lo hace).
Además, un niño que lee es un adulto que piensa de manera crítica y reflexiva, que conoce otras realidades y que cuenta con un elemento ideal para nunca jamás aburrirse.