En la naturaleza, pocas figuras hay tan dignas como la de un flamenco posado sobre una de sus patas. Esta postura, que a los humanos nos resulta complicado mantener algunos segundos (y con la que perdemos toda la elegancia) ellos la usan para descansar, e incluso dormir. La forma en que se consigue este equilibrio hipnótico ha sido, durante años, un misterio para la ciencia. Ahora, un grupo de investigadores de Instituto de Tecnología de Georgia (EE.UU.) ha desentrañado el misterio.
Esta posición, aparentemente incómoda, es el método que tienen estas aves, no solo para reducir la fatiga, sino para ahorrar energía. Los autores del estudio, publicado en Biology Letters cuentan que, si bien lo intuitivo es que en esta postura los músculos se tensen porque el sistema nervioso detecta la inestabilidad, los flamencos poseen un “mecanismo gravitacional de estancia pasiva” que apaga la actividad de los músculos y nervios en esa posición. Esto provoca que tengan un equilibrio perfecto y ni se muevan durante la siesta. Además, la gran ventaja es que son capaces de activar sus articulaciones y salir de esa posición si necesitan escapar de algún peligro.
Llegaron a esta conclusión tras examinar articulaciones de ejemplares de flamencos muertos. Los investigadores se dieron cuenta de que los cadáveres permanecían en una posición estable cuando los colocaban sobre una sola pata, incluso si la parte superior de su cuerpo se tambaleaba en alguna dirección. Sin embargo, cuando los apoyaban sobre las dos extremidades, empezaban a perder estabilidad.
Aunque todavía deben profundizar en el funcionamiento de este mecanismo, las piernas de los flamencos podrían influir en el diseño nuevas tecnologías e inspirar mejoras para robots y miembros potésicos. De hecho, la cualidad de mantener del equilibrio es uno de los mayores retos de la robótica, y para alcanzarlo, observar la naturaleza puede ser muy inspirador: la firma estadounidense Agility Robotics, presentó un robot que camina sobre dos patas al que llamaron Cassie. El asombroso autómata fue presentado en la página IEEE Spectrum. A este robot, que recuerda a una avestruz, la lluvia no le genera problemas y puede conservar el equilibrio en superficies inestables, como una tarima flotante.