¿Estás cansada de que no te escuchen y te preguntas si no eres lo bastante clara para que tu pareja te ponga atención? No te preocupes más: hemos encontrado la respuesta. Frases como “hablo y hablo y él parece ponerme atención, pero cuando le pregunto me doy cuenta de que no escuchó ni una sola palabra” desaparecerán de tu vocabulario.
Si queremos que nos presten atención tendremos que ser concretas y “bajarle dos rayitas” a nuestro tono de voz.
1. Hablarle de lado
2. Emplear el “nosotros”
Si piensas discutir sobre algo que no te gusta en tu relación o en su persona, procura siempre involucrarlos a ambos. El distribuir el sentido de la conversación siempre resulta, aún cuando sea un problema sobre su trabajo, y él se identificará contigo. Por ejemplo, en lugar de decir “tienes que resolver esto”, di: “tenemos que resolver esto”.
3. Usar mensajes de texto
El mensaje de texto incluirá la misma información que le darías de viva voz, pero si lo escribes de forma concreta, el tono de voz no lo distraerá y como además, habrás dejado registro de lo que se dijo. Asegúrate de no usar los emoticones en exceso: la mayoría odia lo cursi.
4. Ser clara y precisa
Para evitar el “háblale a la mano porque mis oídos no te escuchan” exprésate de forma breve y directa. No des rodeos. Especialmente cuando estés molesta, procura calmarte y reorganizar tus ideas antes de empezar a hablar sin parar.
La programación del cerebro masculino funciona mediante objetivos, mientras que el cerebro femenino se orienta a procesos. Para un hombre llegar a C significa conseguir A y luego B. ¡Listo! Para una mujer A puede llevar a A1, B, B2, antes de llegar a C.
Esa forma de procesar la información no sólo les resulta insoportable: los confunde.
5. “Tenemos qué hablar” es un mal principio
De hecho, es casi un pretexto para olvidar hacerlo. En su interior se pregunta: “¿a dónde quieres llegar con eso?”, puesto que no le indicas acerca de qué va la plática y con seguridad querrá evitar una discusión.
Por otro lado, “¿Ves? Es que tú no me escuchas”, es sin duda un mal final.
Fuente: OK