La Corte Suprema de Taiwán dictaminó que las leyes de la isla tienen que cambiar para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo cual despejó el camino para que exista en Asia un primer estado que garantice este derecho. La justicia de Taipei declaró inconstitucional la parte de la ley que afirma que «personas del mismo sexo no pueden entrar en un matrimonio legal» y exigió su enmienda en el plazo de dos años.
La decisión es una victoria para los activistas LGBT, que durante décadas han luchado por la igualdad matrimonial y han inspirado esfuerzos similares en toda Asia. Wayne Lin, titular de la Asociación Taiwanesa de la Hotline Camarada, la consideró «un hito». Es también un hito para la región, agregaron los defensores de los derechos gays. «Sin duda, Taiwán va delante de todos los demás países asiáticos en este respecto«, dijo Ying Xin, a cargo del Centro LGBT de Beijing. «Es algo importante para toda Asia».
Hace tiempo que se ve a Taiwán como líder en los derechos LGBT. Mientas que Indonesia detiene y golpea a las personas gays, Singapur criminaliza el sexo entre individuos del mismo sexo y China toma medidas contra las organizaciones LGBT, Taiwán ha dado pasos hacia la igualdad.
Las minorías sexuales y de género todavía sufren la estigmatización y la discriminación en la isla, pero los textos escolares elogian la igualdad, los gays y las lesbianas integran abiertamente las fuerzas armadas y el desfile anual del Orgullo Gay en Taipei convoca a los celebrantes de todos los rincones de la Tierra.
Los taiwaneses suelen atribuir esto a la mezcla sincrética de influencias culturales del país, desde los indígenas hasta los colonizadores holandeses y japoneses y las prácticas folclóricas a través del Estrecho de Taiwan.
Los jueces de la Corte Constitucional dijeron en su dictamen que una ley civil que define el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer viola las garantías constitucionales de protección igualitaria. El caso fue presentado por el activista de los derechos de los homosexuales, Chi Chia-wei, de 58 años, después de que en 2013 el gobierno de la ciudad de Taipei rechazara la solicitud de casarse de una pareja de muchos años.
«La sociedad taiwanesa ha promulgado la verdadera igualdad de género», dijo Chi luego de la decisión. «Significa que puedo morir sin arrepentimientos».
Pero un contragolpe amargo a la corriente de apoyo de la equidad matrimonial ha puesto a prueba la reputación taiwanesa de tolerancia. Todo el año pasado los grupos religiosos se han movilizado contra la igualdad matrimonial, con la afirmación —contraria a la evidencia— de que los matrimonios entre personas del mismo sexo amenazan a los niños y las familias.
Parte de su estrategia se ha basado en argumentar que proteger los derechos de las minorías sexuales y de género es algo occidental, y que la igualdad matrimonial amenaza lo que significa ser chino o taiwanés.
Algunos países de Asia, como Camboya y Vietnam, han eliminado las prohibiciones sobre el matrimonio homosexual, pero sin reconocer formalmente dichas uniones. Israel honra las uniones homosexuales que se realizan en el extranjero. En la región más amplia de Asia en el Pacífico, el parlamento de Nueva Zelandia votó a favor del matrimonio gay en 2013.
Taiwán se rige por la Constitución de la República de China que antecede a la guerra civil de la isla que se separó de este país en 1949. Ese documento garantiza todos los derechos y libertades «no perjudiciales para el orden social y bienestar público» y la igual protección «independientemente del sexo, clase o afiliación política».
Sin embargo, las leyes que garantizan el derecho ha avanzado muy lentamente y los legisladores no han programado ningún debate sobre el proyecto desde que se llevó a cabo la primera de tres audiencias públicas obligatorias en diciembre. Más del 49% de los taiwaneses se oponen al cambio, comparado con el 38% que lo apoyan, de acuerdo con una encuesta de The China Times en la que participaron 708 adultos y que fue publicada en marzo.
El demandante, Chi, ha sido un líder del movimiento de derechos homosexuales en el estado desde, al menos, 1986, cuando celebró una conferencia de prensa para declara públicamente su homosexualidad, mientras Taiwán seguía bajo ley marcial.
A veces las parejas gay se conocen como «camaradas» en chino. Chi dijo que antes se enseñaba a las personas a no discriminar en el trabajo o en la escuela aunque no pudieran casarse legalmente.
«La legislación del matrimonio homosexual es una forma productiva de lidiar con ella», dijo Chi. «Cuando muera, me gustaría tener una gran bandera de arco iris en mi ataúd».
Vía: www.infobae.com