El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la suspensión definitiva de la reforma judicial, ordenada por la jueza Martha Magaña, no tiene un fundamento legal sólido. Acusó que se ha difundido desinformación, sugiriendo que los trabajadores del Poder Judicial perderán sus empleos o prestaciones, lo cual desmintió categóricamente.
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El mandatario explicó que la intención de la reforma es garantizar la independencia del Poder Judicial, no solo del Ejecutivo y Legislativo, sino también de los poderes económicos y del crimen organizado. Aseguró que el sistema judicial actual sigue estando al servicio de los intereses de las élites económicas, lo que impide una verdadera justicia para todos.
López Obrador destacó que uno de los logros de su gobierno ha sido separar el poder económico del político, asegurando que el gobierno ya no está al servicio de una minoría privilegiada. Sin embargo, lamentó que el Poder Judicial no haya avanzado en esa misma dirección, permaneciendo influenciado por intereses externos.
El presidente recordó que cuando su gobierno intentó fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con la ley eléctrica, la Suprema Corte la bloqueó, favoreciendo a empresas privadas y afectando a los consumidores. Este hecho, señaló, es un ejemplo claro de la influencia económica sobre la justicia.
Finalmente, López Obrador reiteró la necesidad de que jueces, magistrados y ministros sean elegidos democráticamente para evitar el influyentismo y el nepotismo que, en su opinión, dominan el Poder Judicial.
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Foto: Redes
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