Daniela Ramírez se transformó en un personaje inolvidable de las teleseries chilenas tras protagonizar “Amanda”, cuyo trágico final alcanzó gran sintonía y sin duda pasará a la historia por la conmovedora muerte de su personaje, recordando otros íconos del género nacional como Ángel Malo, en donde también moría la protagonista, Carolina Arregui.
Tras la teleserie, Daniela ha aumentado su popularidad en las redes sociales, por lo que ha decidido compartir parte de su vida personal con sus fieles seguidores
En este contexto, la estrella de 30 años publicó un par de fotografías en su cuenta de Instagram, en las que presentó a su hijo de 14 años y le dedicó unas conmovedoras palabras:
“¡Nuestro cumpleaños número 14! ¡Tanta fortuna vidita linda! Gracias por darme el mejor de mis mejores amores … te amo hijo mío”, escribió.
En una entrevista concedida hace unos meses a la revista Caras, Daniela habló de cómo fue convertirse en madre a los 16 años.
“Quedé embarazada de un pololo, compañero de colegio… No era la idea en ningún aspecto. Pero a pesar de todo mi familia me apoyó e hizo que todo sucediera de la forma más amable”, confidenció.
Daniela indicó que “como cualquier mujer en una circunstancia como ésa”, pensó en abortar.
“Claro que lo pensé, aunque claramente la mejor decisión fue seguir adelante. En eso me ayudó la familia, el saber que no estaba sola… ¿Cuántas niñas hay que tienen miedo, ven el futuro y dicen “qué voy a hacer”? Es súper difícil la vida, sobre todo si no cuentas con apoyo”, explicó.
En ese entonces era alumna del colegio Centenario de Maipú, donde pudo cursar tercero y cuarto medio sin problemas.
Daniela contó que recibió mucho apoyo y contención, pero confesó que fue difícil ser madre tan joven porque perdió su independencia.
“Fue volver a tener 12 años, otra vez tuve que pedir permiso, depender de la familia para salir o para cualquier cosa…Volví a estar muy contenida por mis padres. Además, una niña embarazada a los 16 años no sabe mucho qué hacer… Pero ellos se portaron un siete, mis hermanos, todos. Martín -su hijo que actualmente tiene 13 años- fue lo que necesitaba mi familia. Nos unió. Había un ser humano pequeñito que nos derretía a todos y es increíble cómo uno no dimensiona el amor que le puedes tener. Para mis papás, mi hijo fue su primer nieto y dentro de lo duro que es asumir una situación así, fue un regalo…
Para mí Martín fue un cable a tierra; antes de él yo andaba conociendo, pololeando, siendo feliz. Lo mío era la libertad, el taller de teatro, la música, los amigos. Tenía ansias de vivir. Cuando me embaracé fue un parelé; volví, tuve que aprender de mí, mucho…
Martín siempre ha estado conmigo. Me ayudó a crecer. Todos los objetivos que yo podía haber tenido en mi vida se formaron cuando yo tenía a Martín guagua…
Tuve que proyectarme, armar algo concreto, a corto o largo plazo. Debí ponerme objetivos, y él me ayudó a cumplirlos. Y era interesante poder lograrlos, saber que funcionaba y que profesionalmente podía vivir de lo que me gusta. La tele también me dio esa posibilidad, en términos económicos…
Hay millones de actrices que han pasado por lo mismo; las mujeres somos como pulpos, hacemos veinte cosas a la vez y bien. A Martín lo conocían todos en la universidad. Siempre estuvo ahí porque no quedaba otra. Creció así…
No fui a fiestas pero construí otros panoramas
Con él siento que nunca voy a estar sola… y que alguien dependa de ti es exquisito, te sientes importante en la vida, que no puedes fallar, que no puedes caerte. Te da un compromiso contigo. Te hace fuerte”.