Las autoridades de Singapur destruyeron 7,9 toneladas de marfil ilegal incautados a los contrabandistas en los últimos dos años.
La gran colección, vale $9.6 millones de dólares y proviene de los cazadores furtivos que intentan usar Singapur como puerto de escala con el fin de ocultar envíos con contenidos ilegales.
Los contrabandistas utilizan a menudo destinos como Singapur, donde hay poca actividad de caza furtiva, para enmascarar los envíos procedentes de focos típicos de tal origen.
El Departamento de Agricultura, Alimentación y Veterinaria (AVA) dijo que esta es la primera vez que se procede a aplastar el marfil confiscado, el cual fue triturado con una piedra industrial y los restos que quedaron fueron incinerados.
Gran parte de la operación proviene de una enorme cantidad de marfil confiscado en mayo del año 2015. En esa ocasión se requisaron alrededor de 4,6 toneladas de colmillos de elefante, con un valor $5.9 millones de dólares. El envío de Kenia se dirigía a Vietnam y había sido declarado como hojas de té.
Las sanciones de Singapur para la importación y exportación de partes de animales prohibidos acarrea multas de hasta $369.000 dólares y hasta dos años de prisión.