¿Cómo y por qué nos enamoramos? ¿Cuánto dura el enamoramiento?
El enamoramiento se inicia cuando empezamos a conocer a una persona que llama nuestra atención. En ese momento comienzan a actuar, en nuestro cerebro, diferentes neurotransmisores: la dopamina, la feniletilamina, la serotonina, la norepinefrina y la adrenalina:
La Dopamina nos provoca una sensación de bienestar. Nos genera un mejor humor, sonreímos más, tenemos mas energía, comemos y dormimos menos. Es como una especie de “droga” natural que nos provoca un gran bienestar.
La Feniletilamina es una anfetamina natural como la conocida droga, y puede causar los mismos efectos estimuladores. Contribuye a esa sensación de «estar en el cielo» que aparece cuando hay atracción, y da la energía necesaria para mantenerse en pie día y noche con un nuevo amor.
La Serotonina controla impulsos, pasiones indomables y comportamiento obsesivo, ayudando a generar una sensación de «tener en control».
La Norepinefrina es otro neurotransmisor que induce euforia en el cerebro, excitando al cuerpo dándole una dosis refuerzo de adrenalina natural. Ésto causa que el corazón lata más fuerte y la presión sanguínea aumente. Por ello parece que se nos sale el corazón o nos sudan las manos cuando vemos a alguien por quién nos sentimos atraídos.
Cuando la relación comienza a avanzar, estos neurotransmisores se van equilibrando, volviendo a la normalidad, por lo cual la atracción tiende a bajar y podemos ver a la persona con más objetividad. Comenzamos a ver los defectos, que antes pasaban desprevenidos o no le dábamos importancia, y las virtudes en su punto justo, sin admirarlo inútilmente.
En este momento las personas están mas alertas y pueden proyectar la relación a futuro y ver si es o no conveniente seguir adelante.
Luego que todas aquellas emociones iniciales van desapareciendo, muchos necesitan volver a sentirlas y experimentar nuevamente el estado que provoca el enamoramiento. Por lo general, quien necesita imperiosamente revivir aquellas sensaciones, corta la relación en busca de otra que le haga revivir aquel estado.
Hay personas que pueden volverse adictas a las relaciones cortas, con tal de sentir la embriaguez del enamoramiento.