El día 20 de diciembre de 2009, el mundo del espectáculo despertó en shock: a muy corta edad, la actriz Brittany Murphy – conocida por películas como Despistadas, 8 Millas, Ciudad del Pecado y Pequeñas grandes amigas – fue encontrada muerta en su casa. Análisis forenses indicaron que perdió la vida por una neumonía, tras consumir varios medicamentos, y que su muerte fue una intoxicación accidental por múltiples drogas.
Pero, después de casi diez años, mucho misterio rodeó su trágico desenlace. Nadie se vio 100% satisfecho con esa explicación.
Alex Ben Block, íntimo amigo de la actriz, relató en 2011 a The Hollywood Reporter que los últimos meses de su vida fueron extraños.
Mucho se especuló sobre una posible drogadicción y caso de anorexia, pero Block lo desmintió y dijo que tenía un soplo cardíaco, pero tenía un peso normal. De acuerdo al amigo de la actriz, todo comenzó con un viaje de su madre y su marido Simon Monjack a Puerto Rico.
Allí, ambos contrajeron un resfrío que luego contagiaron a Brittany.
Sumado a ese problema, por el cual tomó remedios, la actriz estaba tomando medicamentos para los dolores corporales que sufría por un accidente automovilístico reciente y por unas convulsiones que sufrió durante las grabaciones de 8 Millas.
Por lo tanto, estaba tomando una larga lista de fármacos.
“Además de esos remedios, estaba tomando también el antibiótico Biaxin, un spray nasal, medicina para la tos y píldoras contra la migraña”, recuerda Block.
Y en el día de su muerte, tomó también un antidepresivo, un anticonvulsivo, un antiinflamatorio y Vicoprofeno para dolores menstruales.
El resfriado que se contagió fue por una bacteria que, sumada a su menstruación, le provocaron anemia y debilitaron su cuerpo.
En uno de sus últimos días, Murphy mal pudo respirar. Según Block, sus pulmones se estaban llenando de líquidos y sus labios se azulaban por la falta de oxígeno en su cuerpo…
Y Murphy temía con salir a la calle y ser acechada por paparazzis. Ella no vivía un buen momento en su carrera y no quería que vieran que ella o su marido estaban enfermos. Y en ese sentido, su marido Simon Monjack le incitó temor y la idea de cerrarse. Según Block, él la manipuló dejándola paranoica con los paparazzis y fomentándole uan rutina reclusa.
Y por eso, Murphy se rehusó a ir a un médico y simplemente se consultaba por teléfono, buscando por esa vía a múltiples doctores y medicamentos.
De hecho, Murphy habría falsificado su nombre en prescripciones para no suscitar preocupaciones en los farmacéuticos, debido a las varias recetas de varios médicos.
Y para rematar la extrañeza de esta historia, Simon Monjack – quien habría sufrido de problemas cardíacos y un desorden convulsivo -, murió cinco meses después de ella. Y adivinen: por neumonía y anemia.
Si bien Monjack insistió en los llamados a Emergencias (911 en Estados Unidos) en el día en que Murphy desfalleció, ya era tarde. Él ya había sido demasiado manipulador, alejándola de un tratamiento sólido y efectivo para sus problemas de salud.
Según el juez de instrucción del caso, Ed Winter, su muerte pudo haberse prevenido si hubiera ido al médico a tiempo.
Una historia demasiado trágica para una actriz tan divertida como Brittany Murphy…