Para muchos fue un clásico del año 99. Blink 182 saturaba las ventas en las casas discográficas y su nuevo álbum de estudio titulado “Enema of the State”, que en ese entonces llegaba a nuestras manos en formato cassette, prometía romper con todos los esquemas establecidos por los músicos “conservadores”. Con Britney Spears y Five como bandas en la competencia, el trío pop funk estadounidense lanzaba este nuevo producto al mercado y, más temprano que tarde, todos lo sabríamos.
Tal vez los recuerdas, tal vez no. En lo personal, y a pesar de nunca haber sido un verdadero fanático, marcó una etapa escolar en la que todos los alumnos idénticamente uniformados, recién comenzábamos a tener los primeros encuentros con las mujeres del otro curso. Estaba en 5to año básico y, en un día como cualquier otro, un compañero llegó a clases con el cassette. Yo lo vi de lejos e ignorarlo fue imposible.
-¿Quién es ella? -Pregunté apuntando a la mujer que aparecía en la carátula. Era una enfermera sensual de escote largo, sostenes rojos, y un tatuaje que, en ese entonces, estaba lejos de las posibilidades de cualquiera de nosotros. Creo que nadie nunca había visto un tatuaje en vivo. Pero la enfermera era mucho más osada que cualquier dibujo permanente. Era para quedarse mirándola más de cinco segundos y daba lo mismo qué tan bien o mal sonara la música de la banda que la traía en su portada. Ni sospechábamos que ella era actriz porno, de eso ni hablar.
Pasaron los años y nadie nunca más supo de la enfermera hasta el el 2016, cuando tuvo una fugaz aparición en los medios tras haber sido arrestada por violencia intrafamiliar. Eso fue hace un año y, en ese entonces, Janine Lindemulder lucía así.