En 2014 en Orville, Ohio, arribaron al mundo dos preciosas gemelas. Llegaron, compartiendo la condición que solo se da en 1 de cada 10.000 embarazos gemelares.
Jenna y Jillian Thistlethwaite compartían la placenta y el saco amniótico. Pero no era eso lo que atrapó la atención del mundo. Lo insólito estaba en que, momentos al nacer, apenas 45 segundos de diferencia, las niñas se aferraron con fuerza la una a la otra.
Desde su nacimiento, las hermanitas no querían ser separadas. ¡Y hoy, dos años después, siguen igual!