“Recuerdo una plática con mi mama, en la que me decía que le gustaría casarse con otra mujer. Cuando yo era muy pequeña quería casarme con mi mejor amiga, así que le dije: –¿cómo yo y Sarah?, y respondió: –No, no como tú y Sarah”.
Los hijos de padres homosexuales son más propensos a pensar en el suicidio, a caer en la traición, a ser desempleados, a contraer una enfermedad de transmisión sexual, a ser más pobres, al tabaquismo y a la criminalidad y a ser menos saludables. Lo anterior según un estudio del sociólogo Mark Regnerus de la Universidad de Texas, cuya investigación ha sido fuertemente criticada por el movimiento LGBT en Estados Unidos y utilizada por los movimientos conservadores y religiosos del país para seguir ahorcando a las minorías sexuales. A pesar de que el propio investigador afirma que su “inédito” método cuantitativo y cualitativo se centró en los testimonios de los hijos de padres homosexuales, el tema aún está en debate.
Treinta días antes de la decisión histórica de la Suprema Corte de Estados Unidos que aprobó los matrimonios homosexuales en el país, la fotógrafa Gabriela Herman compartió en el New York Times, su serie fotográfica, The Kids, mismo que lleva cinco años en pie y que ahonda en el tema de los hijos de padres homosexuales, visto desde sus protagonistas: los hijos.
El proyecto nace de la propia experiencia de Gabriela, cuya madre se declaró homosexual cuando ella era adolescente, y por ende, se enfrentó a la separación de sus padres y vivió el matrimonio de su madre con su pareja. Quince años después del evento que definió su vida, la fotógrafa de Nueva York emprendió la búsqueda de personas como ella, que habían experimentado situaciones similares en su familia y que sabía que tenían algo que decir al respecto.
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Gabriela encontró la manera de entrar en la comunidad de hijos de padres homosexuales a través de Colage, una organización comunitaria que ofrece recursos y apoyo a todos aquellos individuos con padres que pertenecen a la comunidad LGBT. Conforme interactuó en la organización, conoció a más personas, develando cómo un hecho similar puede ser experimentado de diferentes maneras. Algunos de los participantes del proyecto compartieron las experiencias que ya habían aceptado, mientras otros se enfrentaron a la difícil tarea de hablar del tema por primera vez.
Los retratos de Gabriela ofrecen un amplio abanico de experiencias humanas, desde individuos que crecieron en ambientes con profunda libertad sexual y aceptación, hasta otros en los que las situaciones se desarrollaron en una burbuja de silencio. El proyecto busca desarrollar la tolerancia entre individuos, la comprensión hacia otros modelos de vida y la lucha por los derechos para las minorías sexuales.
En palabras de Gabriela, espera que sus retratos sirvan para que la gente empiece a escuchar a “los niños”, ampliamente discutidos pero con pocas oportunidades para hablar por sí mismos. Al leer los testimonios de los hijos observamos que sus principales problemas se centran en cómo lidiar socialmente con el asunto, enfrentarse a la negativa de la sociedad a discriminar cualquier tipo de vida distinta y a creer que están solos.
Aquí, algunos de esos testimonios.