Un joven que trabajaba como repartidor de comida falleció durante la noche del 29 de diciembre pasado en la comuna de Ñuñoa luego de ser apuñalado por el cliente que realizó el pedido. Los hechos sucedieron en un edificio departamental ubicado en calle José Pedro Alessandri de Ñuñoa.
Según reportaron distintos medios, la víctima tenía apenas 19 años y era un migrante venezolano con su situación regularizada y los papeles de su moto al día.
El repartidor llegó al edificio y se dirigió a la recepción para hacer la entrega correspondiente. Allí inició una pelea con el cliente, Tomás Aguirre Martínez, quien sacó un arma blanca y apuñaló al joven, causando su muerte en el mismo lugar.
No obstante hace algunos días, 24 Horas, develó las conversaciones que el imputado mantuvo con la víctima antes de que ocurriera su muerte. Aguirre engañó al repartidor diciéndole que era miembro de la Policía de Investigaciones (PDI) y que lo fiscalizaría al momento de entregar el pedido.
- -Repartidor: “Amigo, tuve un inconveniente. Al lado del mall estaban fiscalizando”
- -Cliente: “No es mi culpa ¿Dónde está mi pedido?”
- -Repartidor: Tengo su pedido. Sé que no es su culpa.
- -Cliente: “Que no falte nada, ni la bebida. Estaré abajo esperando”.
- -Repartidor:“¿Y si falta la bebida qué? ¿Me está amenazando? No soy ladrón, le dije que voy a llevar su pedido.
- -Repartidor: “Pagué por la bebida. Y si no está sería un robo. Trabajo en la PDI, así que espero que llegue todo, más encima siendo fiscalizado”.
El supuesto autor del crimen es un chileno de 29 años, quien quedó en prisión preventiva y fue formalizado por el delito de homicidio.
Tras cometer el crimen, el acusado habría tomado sus hamburguesas y habría regresado al departamento para comerlas, donde fue detenido por funcionarios de Carabineros. Allí se constató la presencia de una gran cantidad de bebidas alcohólicas al interior de la vivienda.