El sedentarismo y la mala alimentación son factores determinantes para desarrollar algún tipo de enfermedad crónica, como diabetes, hipertensión, colesterol alto e incluso algún tipo de cáncer.
Aunque la mayoría de estas patologías se pueden curar o prevenir con tratamientos oportunos, no son pocos quienes acaban deteriorando la economía familiar producto de alguna enfermedad.
Los especiales recomiendan contar con un seguro de vida, especialmente si se trata de personas que son el principal sostenedor económico de su familia. De este modo, las cargas legales del asegurado podrán recibir un sustento económico en caso de fallecimiento o invalidez parcial o total.
Sin embargo, acceder a un seguro de vida no es tarea fácil. En primer lugar, es importante acceder a un cotizador de seguros, como EstoySeguro.cl, un sitio web que reúne la oferta de distintas compañías aseguradoras que permiten revisar sus ofertas en línea.
“La primera recomendación antes de comprar el producto, es cotizar. Hay que tener en cuenta que mientras más características, opciones y beneficios se incluyan en una póliza, más costará”, explicó explica Juan José Santa Cruz, gerente general de este sitio.
Y agregó otro consejo: “Una póliza más económica puede tener menos características, o proporcionar un beneficio por causa de muerte notoriamente menor, en tanto, una póliza más costosa pudiera tener un mejor valor si se toma en cuenta la cantidad del beneficio por causa de muerte. Es importante que las personas no elijan una póliza basándose solamente en el precio final”.
Una vez que ya se ha elegido el producto ideal y se ha tomado contacto con la aseguradora, viene el turno de la evaluación. Cada empresa considerará diversos factores -especialmente médicos- al momento de vender un seguro. Así, es posible que varíe el precio de la prima dependiendo de la edad, sexo, historial médico, ocupación y pasatiempos de la persona a asegurar.
Dependiendo de la información que la persona proporcione, la compañía decidirá si vender o no una póliza y cuanto le cobrará. Normalmente, son más económicos los productos contratados por personas jóvenes, de buena salud, que no fuman, y tienen empleos o hobbies poco riesgosos.
Una vez contratado el seguro, viene el periodo de prueba, que en la mayoría de los seguros es de dos años. Si una persona fallece dentro de ese periodo, la empresa podrá investigar la causa de muerte y verificar la información que el cliente entregó en la solicitud.
Si la compañía descubre que se proporcionó información falsa o incorrecta, se podría denegar el pago del beneficio por causa de muerte. Si es el caso, y la empresa niega el pago, debe reembolsar las primas canceladas por el titular.
Por el contrario, si una persona lleva más de dos años con el seguro de vida, la empresa tiene la obligación de pagar el beneficio a sus cargas, sin importar la causa del fallecimiento. La única excepción a esta regla es que una persona tenga primas impagas, en cuya situación la compañía puede negarse a cancelar.
Por otro lado, los expertos aseguran que no existe una fórmula para determinar qué seguro de vida necesita contratar cada persona. Algunos recomiendan que la cobertura sea entre cinco y siete veces su ingreso familiar anual, mientras que otros recomiendan que sea 10 veces su salario.
“Para calcular cuál es el seguro correcto, es recomendable que considere la cantidad de las deudas que usted tiene, la cantidad del ingreso que tendrá que reemplazar su familia y si sus sobrevivientes tendrán otros gastos que pagar, tales como costos de universidad o gastos funerarios”, afirmó explica Juan José Santa Cruz, gerente general de EstoySeguro.cl.