El teniente Jason Short caminaba por las calles de Keene, en New Hampshire, cuando vio un auto estacionado y una bebé adentro. Las ventanillas estaban cerradas.
El vehículo, que estaba estacionado afuera de un centro comercial, llamó la atención del oficial y al ver que el bebé no se movía ni parecía respirar, rompió la ventanilla con su bastón.
Cuando logró rescatar a la víctima de abandono se llevó una tremenda sorpresa. Intentó darle respiración artificial y recién entendió qué era lo que pasaba. Es que no se trataba de un bebé real, sino de una gran imitación.
Al volver la dueña del auto, le dijo al sargento que ella colecciona este tipo de juguetes para superar la muerte de su hijo. Finalmente, el Departamento de Policía pagó el vidrio roto y publicó la historia. «¿Muñeca o bebé? ¿Qué hubieses hecho tu? «, preguntaron al difundir la historia.