La ilusión de una familia al recibir a su bebé en la familia se convirtió en una prueba de vida que sacaron adelante gracias al amor que le tuvieron al pequeño Eli Thompson, conocido como el bebé milagro.
El pequeñito de origen estadounidense nació sin nariz debido a una extraña enfermedad, llamada arhinia congénita, que sólo afecta a una de cada 197 millones de personas.
Lamentablemente, este fin de semana falleció con tan solo dos años, y su padre, Jeremy Finch, sin detallar las causas, lo anunció en Facebook, tras recordar que su hijo fue un niño “muy, muy feliz, que siempre estaba sonriendo”.
Perdimos a nuestro amiguito anoche. Nunca seré capaz de encontrar el sentido a esto y me dolerá profundamente durante mucho tiempo, pero soy afortunado de haber tenido a ese hermoso chico en mi vida”.
“Su vida terminó mucho antes de lo que nos habría gustado. Siempre esperaré con impaciencia verlo en las puertas del cielo esperándome para darme otro de sus famosos choques de puño”, dijo emocionado Jeremy.
A Eli le tuvieron que practicar una traqueotomía cuando nació para que pudiera respirar por las noches. Sin embargo, lloraba sin ruido, por lo que su madre tenía que mirarlo constantemente para comprobar que no necesitara nada.
Eli no tenía nariz, pero tampoco cavidad nasal ni sistema olfativo. En su pubertad planeaban construirle canales nasales.