¿Sabes cómo detectar a un mentiroso? Estos trucos demostrados científicamente te ayudarán

En parte, en un nivel psicológico, queremos dar una mejor imagen de nosotros mismos.

¿Sabes cómo detectar a un mentiroso? Estos trucos demostrados científicamente te ayudarán

Autor: Javiera Plaza

 

Escuchamos entre 10 y 200 mentiras al día, y  hemos pasado una gran parte del tiempo buscando la manera de detectarlas, usando desde instrumentos mediavales de tortura hasta polígrafos, monitores de presión arterial, respiración y de estrés vocal, y estudios sobre la actividad cerebral.

A pesar de que esos dispositivos funcionan en determinadas circunstancias, se puede engañar a la mayoría con la preparación suficiente. 

Pero, ¿Y si el error no está en las técnicas, sino en la premisa de que la mentira produce cambios fisiológicos? ¿Y si tomando un enfoque más directo, analizamos esas mentiras usando las ciencias de la comunicación?

En parte, en un nivel psicológico, mentimos para dar una imagen mejor de nosotros mismos, para asociar nuestra imaginación a la persona que nos gustaría ser en lugar de a lo que realmente somos. Al estar el cerebro ocupado soñando con una personalidad mejor, muchas señales pasan desapercibidas.

La mente consciente solo controla cerca del 5 por ciento de las funciones cognitivas, incluyendo la comunicación, claro. El otro 95 por ciento ocurre sin que nosotros seamos conscientes de ello. Según la literatura especializada en el control de la realidad, las historias basadas en experiencias imaginadas son cualitativamente diferentes que las basadas en experiencias reales. Esto nos sugiere que inventar una historia falsa requiere trabajo y lleva a un patrón diferente en el uso del lenguaje.

El análisis lingüístico del texto ayudó a reconocer cuatro patrones comunes en el lenguaje involuntario del engaño.

  1. Los mentirosos hacen menos referencias a sí mismos al hacer declaraciones falsas. Suelen escribir o hablar más sobre los demás, a menudo usando la tercera persona para distanciarse y desvincularse de las mentiras. Esto hace que lo que dicen suene más artificial, por ejemplo: “En esta casa no se ha habido ninguna fiesta” en lugar de “No he montado ninguna fiesta.”
  2. Los mentirosos tienden a ser más negativos porque se sienten inconscientemente culpables por mentir. Por ejemplo: “Lo siento, se me ha estropeado el maldito móvil, estoy harto.”
  3. Al mentir se suelen explicar las cosas en términos sencillos, ya que nuestro cerebro se niega a crear una mentira compleja. Las técnicas basadas en el juicio y la estimación son modelos complicados para el cerebro.
  4. Tienden a usar oraciones más largas e intrincadas, intercalando detalles irrelevantes y palabras que sobran pero que, sin embargo, son ciertos. De esta manera, refuerzan la mentira. Quizás por eso los políticos a veces nos sueltan discursos que no entendemos para evadir o camuflar un engaño.

Aplicando estos trucos a un ejemplo práctico, se demuestra su veracidad. El ciclista ganador de siete Tour de Francia, Lance Armstrong, usó un 75 por ciento más de pronombres personales (yo, nosotros) en la entrevista de 2013 en la que contó que se dopaba, que en la de 2005 cuando lo negó categóricamente.

Primero, cuando decidió negarlo todo, describió una situación hipotética (“Uno en un laboratorio de París contamina una muestra y al día siguiente me entero de que han publicado que he dado positivo seis veces en un test EPO”), en la que culpaba a otra persona y se excluía a sí mismo del núcleo de culpables.

Después, cuando confesó la verdad, asumió la responsabilidad de sus actos (“No pude controlar la situación y yo estaba acostumbrado a controlarlo todo en mi vida”), centrándose en emociones y motivaciones personales.

Además de escapar de los pronombres personales, los mentirosos suelen evitar dar nombres, prefieren referirse a las personas sobre las que habla como “la mujer”, “el padre”, “el bebé”. En cambio, a la hora de decir la verdad, se tiene una tendencia a mencionar nombres y a usar oraciones directas y cortas.

¿Cómo se pueden aplicar estos trucos a la vida diaria para detectar a más de uno mintiendo?

En primer lugar, recordando que muchas de las mentiras que escuchamos a diario son piadosas e incluso inofensivas. Aún así, vale la pena ser conscientes de pistas reveladoras como las ya mencionadas. Esto quizás ayude a evitar una acción bursátil sobrevalorada , una relación tóxica o un producto caro que acaba resultando inútil (¿Acaso no son metafóricamente lo mismo?)

¡Mucha suerte en la caza de mentirosos!

Extraído de: La Voz del Muro


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