Sin mujeres como Sarah Jessica Parker, el mundo sería demasiado aburrido.Claro, la economía no se vería afectada, la educación de nuestros niños seguiría siendo la misma y los avances en la medicina no se entorpecerían. Sin embargo, tendríamos que conformarnos con destinar el tiempo libre a cazar figuras virtuales con nuestros celular y a ver los debates presidenciales estadounidenses. Creo que esa no es la vida que las personas queremos llevar.Piénsalo bien: llegas a tu casa después de un arduo día de trabajo, te sirves una copa de vino y entras al computador para divertirte un rato. Entonces te das cuenta que la famosa actriz ya no existe. De verdad, ¿qué haces?
En lo personal, cierro los ojos e intento dormirme lo más rápido posible. Ahí, con la copa de vino servida y la luz de la pantalla dándome en la cara. Porque, en efecto, ¿qué sería de este mundo sin el sexo y la ciudad? Bueno, afortunadamente, lo que estás leyendo sólo son especulaciones. Lo cierto es que la musa está viva y más candente que nunca.
Tanto así que, luego de lanzar su épica colección de zapatos (y conseguir un éxito en ventas), Sarah Jessica Parker decidió ampliar su vínculo con la moda y abrir una línea de vestidos. Muchos ingenuos dijeron que era mejor que se dedicara a la actuación, que se desvirtuaría, que perdería credibilidad y que sus vestidos serían una porquería. Entonces, la actriz decidió que, para que nadie sufriera al usar esas “porquerías”, sería ella misma quién saldría a la calle vistiendo uno.