Esta mujer de 85 años tuvo una joroba durante décadas. Esto lo arreglo

La mayoría de las personas, a medida que envejecen, se resignan a vivir con varios tipos de dolor y problemas de salud relacionados con la edad

Esta mujer de 85 años tuvo una joroba durante décadas. Esto lo arreglo

Autor: Ciudadano

La mayoría de las personas, a medida que envejecen, se resignan a vivir con varios tipos de dolor y problemas de salud relacionados con la edad. Anna Pesce era una de ellas.

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Padecía de escoliosis y osteoporosis, todos los cuales resultaron en que la abuela de 85 años de edad, caminara  con una joroba.

Y luego, en 2014, Anna casi se derrumbó tratando de subir un tramo de escaleras durante una visita a sus hijos.

«Tenía este horrible dolor punzante en mi espalda,» ella le dijo al New York Post. «Tuve que ser llevada por las escaleras y puesta en una silla de ruedas por el resto de mi estancia.»

Anna decidió que ya era suficiente. Había intentado la acupuntura y la quiropráctica en vano. Esta vez se decidió a contar con la ayuda de la instructora de yoga certificada Rachel Jesien.

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Rachel, de 28 años, se especializa en el cuidado de la espalda y es justo lo que necesitaba Anna.

Las dos se reunían una vez a la semana. Rachel enseñó a Anna pose como la del niño y la de la silla savásana.

En un mes, Anna pudo caminar de nuevo.

«Después de dos meses, otro hito importante fue que [Ana] sabía que hacer cada vez que los dolores habituales aparecían,» dijo Rachel. «Por ejemplo, si ella estaba teniendo dolor en la cadera, se sentaba en una silla y hacia una pose de tobillo a la rodilla.

En cuatro meses Anna fue capaz de hacer una parada de cabeza modificada! Recuerda, esta era una persona de 85 años de edad que pocos meses antes no podía caminar por sí misma.

Según Rachel, el yoga con la debida orientación e instrucción certificada, puede aumentar la densidad ósea, fortalecer los músculos y aliviar el dolor de espalda.

Rachel conoce de primera mano los beneficios del yoga para el dolor de espalda. Ella sufre de una condición llamada escoliosis. Ella descubrió que el yoga podría aliviar problemas de espalda en 2010. Al igual que Anna, había probado casi todo lo que su médico le recomendó. El Yoga era la única solución que proporcionaba beneficios a largo plazo.

Dos años después de la reunión, Anna y Rachel continúan trabajando juntas semanalmente.


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