Un joven británico con autismo y diabetes se suicida tras el acoso que recibía por ser homosexual en el centro en el que internaron para tratar su trastorno autista. «Espero que respeten mi decisión», sentenciaba la carta.
El joven se disculpa de su hermana al final de la carta ya que sabía que ella estaría de vacaciones cuando descubrieran su cuerpo y la carta. «Jack sintió que no podía soportar más lo que le estaba pasando, puede que su historia ayude a prevenir este problema», comenta su hermana
Además de acoso escolar, Jack Ellis padecía de diabetes y sufría autismo, lo que contribuyo más aún a que le llevara años de dificultad para sentirse aceptado. Solía necesitar inyecciones de insulina debido a su enfermedad, motivo por el cual fue trasladado a un lugar especializado para que se le preste la debida atención.
Fue en el complejo al que le trasladaron cuando cayó en depresión debido a que sus compañeros del centro le acosaban e incluso le llegaron a pegar en alguna ocasión. En el centro antes su suicidio Jack decidió redactar una nota de suicidio en la que relataba lo mal que lo estaba pasando»
«Se reían de mi vida, mi sexualidad, mis miedos, mis preocupaciones, mi tristeza, mi apariencia, mi amor por la gente» decía en la carta. Además, en la carta describía el lugar en el que había pasado sus últimos meses como «una cámara de la tortura».