En el hogar solemos utilizar una serie de objetos y productos que complementan nuestros hábitos de cuidado personal y las tareas cotidianas.
No obstante, sin que seamos conscientes, muchos de estos no son tan saludables como parecen y, de hecho, se han catalogado como motivos de problemas de salud.
Si bien al principio son inofensivos y no presentan efecto alguno, a la larga podrían dar origen a infecciones y otras dificultades.
Esto se debe a que son objetos que se ensucian con facilidad o están compuestos de sustancias tóxicas que generan alergias en el cuerpo.
A continuación queremos revelar los 6 más comunes con el fin de que los identifiques y procures usarlos con más medidas de seguridad.
¡Descúbrelos!
1. Esponjas de baño
Las esponjas para el baño corporal están diseñadas para facilitarnos la limpieza de la piel y la eliminación de las células muertas.
No obstante, debido al material con el que están elaboradas, son lugares con el ambiente perfecto para el crecimiento de las bacterias, el moho y varios tipos de hongos.
Lo peor es que muchos las reutilizan sin desinfectarlas ni tener en cuenta quepodrían derivar en una infección o problema cutáneo.
La mejor solución es adquirir lufas o esponjas vegetales que, gracias a su contenido de enzimas, inhiben el crecimiento microbiano.
Además, es conveniente remplazarlas de forma regular y enjuagarlas con ingredientes antibacterianos, como el vinagre blanco.
2. Licuadora
La licuadora es un aparato muy útil y necesario en la cocina, pero también puede ser peligroso si no se le brinda el trato adecuado.
Los empaques y las piezas accesorias con los que viene equipada, por lo general de goma, se ubican en el tercer lugar de herramientas de la cocina con más niveles de gérmenes, moho y bacterias como la Salmonella y la E. Coli.
Por esta razón, tras utilizarse se debe desmontar por completo para lavar cada una de sus partes, incluyendo las de goma.
3. Jabón antibacteriano
A pesar de que este producto está diseñado para eliminar las bacterias que se adhieren en las manos, está comprobado que puede resultar dañino porque también acaba con los microorganismos beneficiosos.
Los jabones, geles y limpiadores antibacterianos están vinculados con el mayor riesgo de tos, irritaciones de la garganta y alergias.
Esto se suma además al hecho de que contienen triclosán, una sustancia que se ha relacionado con los problemas en las funciones musculares, el riesgo cardíaco y la interrupción de la actividad de la hormona reproductiva.
4. Hisopos de algodón
Los bastoncillos e hisopos de algodón siguen siendo el elemento preferido para eliminar el exceso de cera que se acumula en los oídos.
A pesar de que se ha advertido que es un hábito peligroso, muchas personas han hecho caso omiso y continúan usándolos con este fin.
El inconveniente es que estos empujan gran parte de la cera hacia la parte interna del oído, lo cual puede llegar a bloquear el canal auricular.
Cuanto más se introduzcan hacia el interior del oído, más se liberará una sustancia llamada histamina que ocasiona irritación e inflamación.
Por eso para remover el exceso de cera se deben usar alternativas como las gotas, la solución salina, el agua oxigenada o el aceite de oliva.
5. Herramientas de manicura y pedicura
La mayoría de los accesorios para el cuidado de las uñas de las manos y los piesestán llenos de bacterias y otros microorganismos de la piel.
Esta situación tiende a agravarse cuando varios integrantes de la familia los utilizan sin antes someterlos a un proceso estricto de desinfección.
Como con cada utilización tienen contacto directo con la piel de los pies y lasuñas, es frecuente que queden infectados con diversos patógenos.
Por lo tanto, tras finalizar cada uso es conveniente esterilizarlos y usar productos antibacterianos para desinfectarlos bien.
En el caso de las piedras pómez, los palitos de naranja y las limas se debe hacer un remplazo, como mínimo, cada mes.
6. Utensilios de goma
Los utensilios de goma se han convertido en los favoritos para la cocina ya que son muy prácticos y no rayan las sartenes y ollas.
El problema es que su material se va desgastando con cada uso y pierde la capa protectora que facilita la limpieza.
Con el paso del tiempo notamos que lucen opacos y van desarrollando pequeñas manchas de humedad o moho.
Además, en su mango y sujetador se pueden almacenar patógenos como la E. Coli y las levaduras.
Lo más conveniente es adquirir herramientas de otro material, o bien, procurar desinfectar estos elementos para cada uso.
Como acabas de notar, muchas de las cosas que pensabas que eran saludables en realidad pueden ser dañinas cuando no las usas siguiendo algunas pautas de precaución.
Tenlas en cuenta a partir de ahora y sigue los consejos dados para que no representen peligro alguno.
Fuente: Mejorconsalud