Las estafas telefónicas ya quedan lejos de ser algo nuevo, pero con el tiempo los estafadores inventan fórmulas nuevas de fraude cada vez más sofisticadas.
Si el teléfono suena y alguien te pregunta: “¿Me oye?“, cuelga de inmediato. El estafador intenta grabar la respuesta ”sí“ de tu viva voz, obteniendo así la posibilidad de utilizar esa grabación de sonido para realizar compras u otras operaciones similares.
En algunos casos, el “sí” es un contrato verbal, como hacer clic en ”Estoy de acuerdo“ o ”Acepto las condiciones” en las compras en línea. Es una firma de voz que utilizan legalmente muchas empresas para confirmar cambios, o bien para pagar servicios.