1. Quitas todas las notificaciones de tu celular en el segundo en el que te llegan.
2. Te mueres de ansia cuando sabes que vas a dormir menos de tus ocho horas reglamentarias
3. No puedes con la gente que mastica con la boca llena, o que siempre mueve el piecito, o juega con su pluma, o hace ruiditos…
4. Si te sientes un poco mal, googleas tus síntomas y te juras enfermo terminal.
5. Sueles llegar antes a los lugares porque la impuntualidad te pone mal de tus nervios.
6. Y puedes llegar a perder el control cuando alguien mueve tus cosas de lugar.
7. Tocas el claxón en el segundo en el que el semáforo se pone en verde.
8. Estás constantemente preocupado por todo, no importa si hay razón para estarlo o no.
9. Vives todas tus emociones muy intensamente y te es prácticamente imposible ocultarlas.
10. Eres muy malo para trabajar bajo presión.
11. Eres experto en imaginarte el peor escenario posible.
12. Si pides un Uber estás viendo a detalle sus movimientos y si se equivoca lo cancelas.
13. Pobres de los niños o bebés a los que se les ocurra hacer ruido al lado de ti.
14. Te levantas en las madrugadas a acabar pendientes.
15. Tu paciencia es más bien, mmmm, ¿limitada?
16. Te vas de las fiestas sin despedirte porque no quieres tener que lidiar con intensidades y el típico «ay, no, quédate».
17. Si mandas un mensaje o mail o llamas por teléfono, te pones mal si no te contestan inmediatamente.
18. Exteriorizas tus sentimientos de formas… controversiales.
19. Eres demasiado realista.
20. También suuuuuuper productivo.
21. Y un amigo fiel y sumamente empático.