Sí, soy guapa y viajo sola

Ya puedo oír a Regina George diciendo «¿así que crees que eres guapa?». También me imagino la cantidad de comentarios que este artículo provocará, del tipo «¿en serio está hablando esta puta de los problemas de ser guapa y de viajar?», pero creedme que la gente deduce cosas peores de mí por viajar sola.

Es probable que penséis que es admirable que una mujer joven trabaje duro para pagarse sus propios viajes y luego tener el valor de ir a otro país sola. Pero no, para algunas personas se trata de algo del otro mundo.

Os voy a resolver algunas dudas: viajo sola porque puedo; no me gusta estar esperando a que otras personas quieran venir conmigo. Desde luego no he encontrado la manera de utilizar mi cara para comprar un billete de avión por internet, y aunque muchos hombres asquerosos me los han ofrecido gratis, yo siempre los rechazo, pues prefiero viajar sola a que me usen como un objeto de decoración.

Así que para dejar las cosas claras:

1. No, no soy una prostituta

Por lo general, chica guapa viajando sola por otro país se traduce automáticamente en prostituta. No es broma. Si llevo maquillaje, o cualquier ropa que enseñe mi piel, o mallas, o Dios no lo quiera, si me pongo un bikini, la gente me lanza miradas prejuiciosas asumiendo que estoy buscando a mi próximo cliente.

No solo es muy irritante y vergonzoso, especialmente porque van acompañadas de risitas y susurros que puedo oír, sino que es decepcionante que la gente no crea posible que una chica guapa joven viaje sola, únicamente por amor a viajar.

Hace unos meses conocí en una playa de Cuba a un chico alemán que me confirmó que la mayoría de la gente cree que una chica guapa viajando sola es una prostituta. De hecho, me dijo que los lugareños incluso le advirtieron sobre «las cubanas guapas que se pasean por la playa buscando turistas a los que hablarles», y que eso también pasa en la mayoría de los países. Así pues, no es de extrañar que la gente me mire como si les fuera a robar a sus maridos.

2. No, no estoy recuperándome de una ruptura

Si bien viajar sola para recuperarse de una mala ruptura es una idea genial, no es normalmente la razón por la que yo lo hago. Y cuando digo «normalmente» quiero decir «nunca». No espero que toda aquella persona con la que me relaciono conozca cuál es mi situación sentimental o mi pasión por viajar, pero no asumáis automáticamente que la razón por la que viajo sola es que mi relación acaba de fracasar y, pobrecita de mí, necesito algo impresionante para no pensar en ella.

Lo entiendo, mucha gente cree que una chica de 27 años debería estar en una relación. Pues bien, estamos en el jodido 2015 y el único compromiso que tengo por ahora es recorrer el mundo, y creo que lo estoy haciendo de maravilla yo sola.

3. Sí, yo pago mis viajes

Aparte de las miradas inquisitivas y los comentarios de ¿quién saca la foto? en las redes sociales, parece que la primera pregunta de la gente es ¿quién lo paga?

Bueno, para contestar a vuestra pregunta: hola, me llamo Alyssa, y al igual que tú, tengo un trabajo, y elijo gastar todo mi dinero en viajar. No tengo ningún «amiguito rico» secreto, nunca pediría dinero a mis padres, no he lanzado una campaña decrowdfunding ni he ganado un concurso. Yo pago mis viajes. Que sea una chica guapa no quiere decir que no sea capaz de ganar dinero y ahorrarlo en vez de gastarlo de compras. De hecho, tengo un lema: «Mejor comprar un billete de avión que una cartera», y siempre lo sigo.

4. Sí, ahora te juzgo yo a ti

Para mí, todos somos iguales…hasta que me ofendes enviándome vibraciones negativas. Yo no juzgué inmediatamente la ropa hortera e innecesaria que llevas para escalar una montaña, hasta que te vi suspirando y susurrando sobre mi conjunto de imitación a Lululemon (yo nunca pagaría tanto por un conjunto de spandex). Ahora te voy a juzgar no solo como una turista sino también como una persona ignorante.

Vale, solo piensas que soy guapa

Lo sé, lo sé, sueno como una creída por quejarme de que la gente se queda mirándome cuando viajo sola, cuando en realidad debería «estar contenta de tener este aspecto». Pero es porque trabajo muy duro, sin usar mi apariencia, para viajar, y me ofende que la gente me juzgue por ella.

Pero tengo que ser una chica madura y reconocer que no todas las personas son tóxicas y malvadas…, algunas simplemente piensan que soy «guapa» y eso es muy amable por su parte. Probablemente no piensen que soy inteligente, o divertida, o que llevo mi propia organización benéfica, pero ¡oye ,supongo que eso es mejor que asumir que soy una prostituta!

Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de The Huffington Post y ha sido traducido del inglés por María Ulzurrun.

Seguir a Alyssa Ramos en Twitter: www.twitter.com/alyssaramos

HP