Estas frutillas parecen de color rojo, pero en realidad, si te acercas más a la pantalla, lograrás ver que solo hay pixeles en tonalidades azules.
Nuestro cerebro hace posible ver el color rojo en esta imagen porque es capaz de corregir el tono de color de los objetos en diferentes condiciones relucientes.
La “constancia del color” permite que los objetos conserven una apariencia coloreada aunque la fuente de luz cambie radicalmente. De esta forma podemos reconocer una manzana verde un atardecer anaranjado.
El cerebro ve que la luz azul cian es superior y rectifica el tono de la foto compensando la falta de rojo.
A continuación este diagrama, hecho por el doctor en psicología Akiyoshi Kitaoka, ilustra cómo funciona la ilusión óptica de las frutillas, en el diagrama observamos un cartel que seguimos viendo rojo a pesar de que sus pixeles sean grises.
La constancia del color es otra sorprendente prueba de que nuestro cerebro puede hacer cosas increíbles.
Fuente: Planeta curioso