El baile siempre me ha parecido una de las expresiones humanas más hermosas del planeta. Cuando las palabras y los sonidos no son suficientes para expresar todo lo que llevamos dentro, el cuerpo se transforma en la pluma de nuestra mente y nuestro corazón.
Dos bailarines se dieron a la tarea de representar lo difícil que es una separación, la forma en nos aferramos a las cosas, personas y experiencias que cruzan por nuestra vida.
El tira y jala que hay antes de dejar ir es doloroso, pero cuando lo logramos habremos superado un obstáculo y seguramente, nos llevaremos una buena lección gracias a ese momento.
A veces el pasado se transforma en una barrera para lograr apreciar nuestro presente.
Fuente: IM